El Barça sigue interesado en fichar a Luis Suárez. A pesar de su sanción. Tanto Zubizarreta como Luis Enrique consideran que es el delantero que necesita el equipo para recuperar la intensidad y el gol. Bartomeu también está de acuerdo. Las negociaciones con el Liverpool, por lo tanto, van a seguir. Lo único que espera el club blaugrana es que el uruguayo haga un gesto de arrepentimiento por su error.

Antes del mordisco a Chiellini, el futuro de Suárez estaba definido: jugar en el Barça, al menos, las próximas cuatro temporadas. El club blaugrana ya tenía un acuerdo con el futbolista y el Liverpool aceptaba, antes las presiones del uruguayo, sentarse a negociar el precio, que estaría alrededor de los 60 millones de euros. La histórica sanción de la FIFA (9 partidos y 4 meses) ha variado un poco los tiempos del fichaje pero no el deseo del Barça de incorporarlo.

La calidad y la fuerza de Luis Suárez es lo que necesita el equipo de Luis Enrique para recuperar el ‘hambre’. La apuesta, deportiva y económica, es definitiva. Y la sanción no es un handicap excesivo teniendo en cuenta que el uruguayo podría volver a jugar en noviembre y que la intención es convertirlo en el delantero de referencia de los próximos cuatro años.

Lo único que espera el Barça es que Suárez se disculpe por su comportamiento. Que públicamente pida perdón, que se arrepienta de su actitud y que asegure que agresiones como ésta no se volverán a repetir mientras vista la camiseta blaugrana. En el Barça entienden que, pasadas unas semanas, si Suárez hace este gesto, las dudas sobre su fichaje en el entorno blaugrana desaparecerán.

La sanción de la Comisión Disciplinaria de la FIFA permite el traspaso del futbolista durante su periodo de castigo. Y Luis Suárez podría hacer un plan de preparación específico para estar a punto para el mes de noviembre. La operación, pues, sigue su curso. Aunque a un ritmo más lento de lo previsto.