La final de la UEFA Champions League ha llegado, y con ello no sólo hablamos de diferentes perspectivas deportivas sino que también cuestiones económicas. Una de las finales más polémicas por lo que ambos equipos se están jugando y por ello, al rededor de 70 mil aficionados se darán cita en Lisboa.

Entre tantas cosas, se estima que el gasto promedio de los aficionados sea de 1.000 euros, contemplando tanto el hospedaje, el transporte, comidas e inclusive la entrada al estadio. Esto, basándonos en un estudio realizado por el Instituto Portugués de Administración de Marketing (IPAM).

Tomemos en cuenta que, en un evento como este, los precios tienden a elevarse por lo que precios de habitaciones rondan hasta los 4 mil euros, esto considerando también que sólo existe una oferta hotelera de 22 mil camas.

Esta final tendrá un impacto económico en la capital portuguesa y sus alrededores de unos 45 millones de euros. De esa cantidad, un 54% se destinará al hospedaje, el 22% a la restauración -menos susceptible a grandes oscilaciones como los hoteles-, el7 % a actividades turísticas, el 1% a desplazamientos en la ciudad y otro tanto a seguridad, cátering y servicios VIP. El resto, apuntó Sá, correspondería al apartado de “otros servicios”.

El impacto económico global será de unos 409 millones de euros, considerando todos los momentos del evento: preparación, concentración, partido, pos-partido, regreso y día después. De todos ellos, la fase “partido” es la que adquiere mayor peso en los cálculos (50%) y engloba factores como derechos de transmisión, taquillas, apuestas en línea o consumos en casa.

De todo esto, se contempla un beneficio del 38% para España y más de 380 millones de espectadores por todo el mundo. Así mismo, se espera una afluencia impresionante en medios sociales; Facebook podrá alcanzar más de 10 millones de “me gusta”, Twitter 6 millones de seguidores y Youtube con 4 millones de visitas.

Una final, que maneja impresionantes beneficios y movimientos, pero que se asegura que si hubiera llegado un finalista inglés, alemán o francés el impacto sería mayor por ser poblaciones más grandes.