Llegaba el Arsenal como líder a la primera jornada del año 2014 y el partido ante el Cardiff parecía propicio para mantener, de forma cómoda, dicha posición de privilegio, pero nada más lejos de la realidad.
Desde el primer minuto los gunners tuvieron la intención de tener la posesión del balón y hacerse con el control del partido, un estilo innegociable que ya se le presupone al cuadro de Wenger. El Cardiff, mientras tanto, cedía todo el dominio del esférico y del tempo del partido a los locales y, lejos de sentirse incómodos ante tal situación, se centraron en mantenerse como un equipo serio, solidario y compacto.
El Arsenal, espeso en la circulación y en la generación de jugadas de peligro, solamente creó peligro, en la primera parte, a través de jugadas aisladas. Lo intentó primero Theo Walcott, tras un gran centro desde la izquierda de Wilshere -el hombre más activo de los gunners-, pero su remate con la derecha se marchó a la izquierda de la meta de Marshall, golpeando en el lateral de la red.
También lo intentó Cazorla, esta vez a través de un disparo desde la frontal que se marchó desviado. El Cardiff tuvo la suya en el primer acto, a través de una gran jugada personal de Mutch que, tras sortear a tres rivales, disparó con la izquierda, dentro del área, pero su disparo lo rechazó Szczesny con el pie, evitando el 0-1.
Tras el descanso, el partido continuó por los mismos derroteros. Dominio total del equipo gunner, ante un Cardiff muy cómodo que solventaba con cierta suficiencia las ofensivas locales. Con el paso de los minutos, el papel de ambos equipos se intensificaba y, a base de empuje y corazón, acabaron lloviendo las ocasiones sobre la meta de Marshall.
Primero fue Wilshere, con una gran jugada personal que finalizó con un chut a la escuadra, el que pudo adelantar a los de Wenger y, apenas unos minutos después, dos remates de cabeza de Per Mertesacker pudieron suponer el primero del partido, pero en ambas ocasiones, el balón se marchó rozando el palo derecho de la meta galesa.
En la recta final del partido y con el Cardiff renunciando a todo tipo de ofensiva, el Arsenal se volcó sobre la meta de Marshall. Con dicho dominio, acabó llegando la jugada clave del partido, cuando un centro de Monreal desde la izquierda, lo remató de cabeza Sagna, el guardameta Marshall despejó un balón que quedó muerto en el área pequeña para que Bendtner hiciese estallar de júbilo al Emirates.
Apenas un minuto después, con el Cardiff ya volcado, Walcott superaba a Marshall en el mano a mano con una precisa vaselina, que servía para sentenciar el partido y hacer que los gunners comiencen el 2014 desde lo más alto de la Premier League.
Fuente: Yahoo EuroSport
