Hasta las 23 horas del Miércoles 5 de Diciembre de 2012 tenía el ganador del Euromillon para recoger el premio de 64 millones de libras –103 millones de dólares- pues solo había plazo para reclamar la fortuna hasta dentro de los seis meses siguientes al sorteo. El ganador adquirió su ticket en torno a las localidades de Stevenage y Hitchin, al norte de Londres; el potencial millonario no apareció a pesar que la Lotería Nacional británica llenó ambos pueblos de carteles informando del premio y usó un auto de lujo proclamando los números ganadores.

Era el único trofeo que le hacia falta llevar a casa, lo había ganado prácticamente todo como futbolista y casualmente, estaba jugando su ultimo partido como profesional. Cuando Lothar Matthäus salió reemplazado al minuto 81 de la final de la Champions 98-99, nunca imagino que se iría del Camp Nou de Barcelona con las manos vacías; el Bayern Múnich había sido superior durante el encuentro y estaba arriba 1-0 pero increíblemente Sheringham al minuto 91 y Solskjaer al 93, le dieron la orejona al Manchester United.

Tiempo de descuento, minutos de adición, llámelo como quiera pero ese periodo que todos los jueces agregan al final de los 90 se ha convertido en una verdadera cinta de Freddy Krueger para muchos clubes europeos. Esta semana lo vivió en carne propia el Málaga de Manuel Pellegrini, el mismo que hizo el milagro con el Villarreal 2005-2006 y que hasta el tiempo reglamentario acariciaba su segunda semifinal de Champions pero Reus (min 91) y Santana (min 93) revivieron al Dortmund en la competición y consumieron al conjunto español en una horrible noche.

Muchos guiones de terror hemos tenido. En los cuartos de final de la Copa de la UEFA de la temporada 92-93 el Real Madrid llegaba al Parque de los Príncipes con un 3-1 en la ida y aunque el PSG ganaba 3-0 a los 45 del segundo tiempo, Sandor Pulh añade cinco minutos e Ivan Zamorano congelo a los aficionados parisinos en el 93 y obligaba el alargue, pero Antoine Kombouaré se vistió de héroe al anotar de cabeza en el 95. En semifinales de la Champions de 2008 – 2009, el Chelsea había empatado a ceros en el Camp Nou y recibía al Barcelona con un gol tempranero de Essien a los 9 minutos pero la gesta se iría por el desagüe cuando Iniesta anoto en el minuto 92 en un partido rodeado por toda clase sospechas y polémica.

El fútbol no conoce de justicias. Este deporte te da y te quita; te entrega alegrías, revanchas, emociones pero también puede volverse cruel en cualquier momento y llegar hasta el drama de arrebatarte en segundos lo que trabajaste una temporada. Las frases de cajón no se hacen esperar, que el partido termina cuando el árbitro pita su final, que se debe correr mientras el partido este en juego, que hay que mantener la concentración hasta en la agonía del encuentro pero una cosa es decirlo y otra hacerlo, una cosa es mantener el temple, controlar los nervios y otra cosa es hacer que las piernas obedezcan al cerebro en esos minutos finales.

Pese a los esfuerzos de la lotería, el ganador nunca se presentó y todo el dinero fue a parar a organización benéfica Good Causes de la propia Lotería Nacional. Igual que en el fútbol, la desatención que perjudica a unos, favorece a otros. Pero como duele perder en esos minutos.
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