Jonathan Bottinelli fue liberado la noche del jueves por la policía tras ser secuestrado por cuatro delincuentes en los alrededores de la capital argentina. Los ladrones intentaron llevarse a Bottinelli en su propia camioneta cuando aparcaba frente a la casa de un amigo, en la localidad bonaerense de El Palomar, quien le había invitado a cenar.
Fuentes policiales indicaron que los delincuentes no pudieron poner en marcha el vehículo del futbolista, por lo que le amenazaron con armas de fuego, le subieron a otro coche, y se lo llevaron a toda velocidad.
Dentro del coche le quitaron unos 300 dólares que Bottinelli, un anillo de oro y sus teléfonos móviles. Un vecino, testigo del hecho, avisó a la policía, que puso en marcha una inmediata persecución del coche en el que trasladaban a Bottinelli con destino desconocido, y lograron liberarlo, aunque no pudieron detener a los delincuentes.
El padre del zaguero, Juan Calos Bottinelli, dijo a la prensa que "los ladrones quisieron llevarlo a su casa y recorrer cajeros automáticos para sacar dinero, pero él se negó. Fue ahí cuando recibió algunos golpes".
El exdefensa argentino del Zaragoza Fernando Cáceres fue víctima de un hecho similar hace tres años también en las cercanías de Buenos Aires, cuando unos ladrones quisieron robarle el coche y le dispararon con armas de fuego en la cabeza, hecho que le tuvo entre la vida y la muerte durante varios meses.
El año pasado, los jugadores del River Plate Daniel "Keko" Villalva y Juan Cazares fueron asaltados por tres delincuentes armados cuando salían de un entrenamiento. Estuvieron cautivos durante media hora y les robaron dinero, objetos de valor y el coche en el que viajaban, hasta que fueron liberados ilesos por la policía.