El inicio del cónclave en la tarde de hoy en el Vaticano impedirá seguir el partido de vuelta de los octavos de final de la Liga de Campeones entre Barcelona y Milan a los cardenales de ambas ciudades, Lluis Martínez Sistach y Angelo Scola, ambos conocidos por su afición al fútbol.

Sistach acude con frecuencia al Camp Nou para seguir al Barcelona, mientras que Scola es también conocido hincha del equipo italiano, pero el hermético aislamiento en el que vivirán durante la elección papal no les permitirá ni siquiera conocer el resultado del encuentro.

Cuando comience el partido a las 2:45 p.m. (hora ecuatoriana) en el Camp Nou, los cardenales habrán terminado ya la primera sesión del cónclave y se encontrarán en sus habitaciones en la residencia Santa Marta dentro del Vaticano, de las que sin embargo se han retirado los teléfonos, radios y televisiones. El muro electromagnético instalado para impedir que trascienda nada de lo conversado durante el cónclave dejó también los teléfonos móviles fuera de juego.

La única hipotética opción para Sistach y Scola sería que los cardenales electores celebraran hoy una primera votación y resultara elegido a la primera el nuevo papa, algo que se produciría sobre las 20:00 horas (2 p.m. hora ecuatoriana) pero que el Vaticano considera poco probable.

Los preparativos del cónclave no han impedido sin embargo la celebración de la llamada “Clericus Cup”, una especie de Mundial de fútbol celebrado en el Vaticano desde hace seis años y reservado exclusivamente a seminaristas y sacerdotes. La “Clericus Cup” fue una idea del cardenal secretario de Estado, Tarcisio Bertone, y en ella participan 355 sacerdotes y seminaristas en 16 equipos.

La renuncia de Benedicto XVI el pasado 28 de febrero llevó a que se cancelara la segunda fecha, a disputarse el 2 y 3 de marzo, pero el campeonato se reanudó el pasado fin de semana.

En la última fecha, los seminaristas del Colegio Español de Roma perdieron por 2-0 contra el Colegio Urbano, un seminario del Vaticano. De los equipos latinos, también el Colegio Pío Brasileño cayó por 4-1 contra el Redemmptoris Mater, mientras que el Colegio Mexicano empató a 0-0 con la Universidad Gregoriana de Roma.