Los principales diarios de Uruguay hacen eco del empate entre Nacional y Barcelona por la Copa Libertadores y todos coinciden que el equipo ‘Tricolor’ quedó mal parado ante un Barcelona que no gano por cosas del destino y algo de ayuda arbitral.

El diario el País titula en su edición de lunes “Nacional evitó recibir el Nocáut” comparando el partido con una lucha entre púgiles que siempre tuvo como protagonista a Barcelona.

“Estaba contra las cuerdas, totalmente groggy. No tenía fuerza para responder golpe por golpe y apenas conseguía sostenerse en el partido”, detalla en sus nota el rotativo de Montevideo.

“Nacional estaba al borde del nocáut. Contrariado, malhumorado porque lo seguían machucando por los costados, porque le burlaban la defensa. Porque pasaban casi sin pedir permiso por el mediocampo. Sin embargo, no se entregó. No lo tiraron a la lona. Superó sus propios errores, su descontrol deportivo y evitó que una ola comenzara a pasarle por arriba a su proyecto. ”, Continúa.

Diario El Observador destaca “Nacional lo emparchó con el juez y con rebeldía” reconociendo que el equipo fue pura garra y no fútbol, a eso se suma el error arbitral que le costó un gol a Barcelona.

“El tricolor empezó mal, sin fútbol y con problemas defensivos, que arregló al final con Abreu, Alonso, Recoba y el juez Osses. Nacional arregló su debut en la Copa Bridgestone Libertadores con actitud, pelotazos al área, la cabeza de Abreu, el oportunismo de Iván Alonso y la mano que le dio el árbitro chileno que en los descuentos no sancionó un claro penal de Israel Damonte sobre Damián Díaz, que hubiera sido lapidario para los intereses albos”, reconoce.

El rotativo La Diaria rotula en su portada deportiva “Nacional sacó un empate agónico” indicando que “El resultado no fue el mejor para haber sido locales, pero se dio vuelta un trámite que se había hecho muy cuesta arriba”.

Por su parte diario El Telégrafo tituló “Un pobre empate que sabe a victoria” añadiendo que “Poquito y nada. Eso fue lo que dejó el debut de Nacional, Nacional perdió definitivamente la brújula. Pese a los nombres de experiencia con los que contó el equipo de Gustavo Díaz, los tricolores no funcionaron. Fueron simplemente un cúmulo de voluntades corriendo detrás de una pelota que siempre tuvo como dueño al rival”.