Neymar escribió este miércoles un capítulo más del desgaste de su relación con la hinchada de Paris Sainnt Germain, que comenzó con la frustrada voluntad del brasileño de retornar a Barcelona en el último mercado de pases.

Hoy, en el 2-0 ante Nantes, el astro desafió al público en dos oportunidades haciéndole el gesto de silencio. Primero, festejó así tras convertir lo que sería la apertura del marcador en una jugada luego anulada por el VAR.

Pero después, ya en ventaja con tanto de Kylian Mbappé, Ney marcó de penal y volvió a llevarse el dedo a la boca para «callar» al Parque de los Príncipes. ¿Esta historia continuará?