Nadie contempla un tropiezo del City ante el Schalke, favorable como tiene el cruce tras el 2-3 de la ida en Alemania. Aunque las sorprendentes caídas del Real Madrid y del PSG sirven de aviso, pretexto ideal para Guardiola: “No hay nada hecho y todo puede pasar. Una expulsión, un gol en contra en los primeros minutos…”, aseguró el catalán, que se siente afortunado tras salir airoso de la cancha de su rival, contra las cuerdas tras quedarse sin Otamendi a falta de veinte minutos para el final.

Cuentan los detalles, ninguno insignificante: “Hay que aprender a controlarlos”, insistió Pep en la previa. Se le exige al City que siga creciendo, no solo en Inglaterra sino también en Europa: “Nos gusta sentir la presión y soñar, pero aceptamos que hay otros que piensen lo mismo”. El deseo de competir es evidente, máxime tras el prematuro adiós del Real Madrid: “Son el mejor equipo de la década en Champions. Eran favoritos. Que no estén no hace más fácil el reto”, dijo el técnico del City, para nada confiado tras el revés blanco.

Aún le cuesta a Guardiola aceptar las comparaciones con equipos como el Barça: “Ganar el título sería dar un paso al frente pero no cambiaría las cosas. Somos adolescentes en Champions”, definió el preparador de Santpedor, que valora cada meta alcanzada: “Es un éxito superar la fase de grupos y llegar a octavos. No nos pongáis más presión de la debida porque mi trabajo pasa por reducir los errores”, convencido de que el Schalke puede generarles problemas en Manchester.

Tiempo le queda a Guardiola para reinar con el City en Europa, aún con dos años más de contrato a pesar de que en Inglaterra se especule con que siga más allá: “De momento tengo esto firmado y nada más. No puedo salir cada día aquí a desmentir cada noticia”, explicó Pep, que concluyó hablando sobre Sterling, capital en el último compromiso en Premier: “El crédito es suyo pero aún le quedan cosas por mejorar”. Ante el Schalke tendrá otra ocasión para seguir haciéndolo.

Gündogan no aclara su futuro

Con una sinceridad pasmosa, atípica en un futbolista, el alemán habló de la propuesta que tiene sobre la mesa para renovar: “No hay una decisión tomada al respecto. Tengo 28 años, quizá el próximo acuerdo sea el último de mi carrera y tengo la mente abierta a más retos. Hemos tenido conversaciones y no hay presión”, apuntó Gündogan ante la atenta mirada de Guardiola, cuyo rostro fue curioso, preocupado por la posibilidad de que el internacional alemán no siga en el City.