Will Gleeson no podría jugar ni en la plaza del barrio. Allá en Inglaterra se pone la 8 del Chingford Athletic y juega la Fenton Cup. El fútbol, a veces, es muy generoso con algunos.

La cuestión es que Will se erró uno de esos goles que no puedes errar ni con los amigos. Y encima en la final del campeonato. Estaba solo, entrando al área chica, y sin arquero. Nadie lo marcaba. Lo único que tenía que hacer era empujar la pelota y salir a festejar. Tenía todo servido, pero lo desperdició.