La final de fútbol de los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, que enfrentó a Brasil y Alemania en el estadio Maracaná, se decidió en los penaltis después de llegar con empate 1-1 al final de la prórroga.

Neymar abrió el marcador en el minuto 26 mediante un golazo tiro libre, y Maximilian Meyer empató en el minuto 59 en una jugada en el área.

En los penales, los locales se impusieron 5-4 siendo Neymar el que cobre el penal definitorio. Con este resultado, Brasil consigue su primera medalla de oro en Fútbol en su historia.