El Congreso de la FIFA en Zúrich fue registrado por miembros del cuerpo de bomberos de la ciudad a causa de una falsa alarma de bomba.

La policía de la ciudad suiza confirmó la amenaza, pero ésta fue desactivada poco después y los periodistas y delegados de las federaciones nacionales miembro de la FIFA pudieron volver a la sala principal del Hallenstadion.

La amenaza se produjo durante la pausa para comer. Los periodistas fueron desalojados bajo la excusa de que se debía limpiar la zona. Luego, un bombero prohibió la entrada en la sala a través del acceso de prensa. La FIFA anunció un próximo comunicado con más detalles.