Cuando el mundo del fútbol ya mira al verano del 26 y la final del MetLife, alrededor del Mundial 2030 siguen existiendo dudas, pero una de las circunstancias que se aleja de la incertidumbre es el lugar y el estadio que dará forma a la final del 21 de julio del citado año. El elegido o mejor dicho el deseado no es otro que el Santiago Bernabéu. La excelente relación que mantienen Gianni Infantino y Florentino Pérez es el punto de partida de ese deseo-necesidad que encamina todo a que el estadio madridista presencie su segunda final de una Copa del mundo, cuarenta y ocho años después de la de 1982.
La FIFA y sus dirigentes no se meterán de lleno en la forma definitiva de la cita que organizan España, Marruecos y Portugal hasta después del verano y será en los últimos meses de 2026 cuando se conozcan las sedes definitivas de la gran cita del mundo del fútbol. Todo apunta a que alguna de las 20 sedes que fueron proclamadas como tal en la presentación del Mundial se quedarán en el camino, que ahora son 19 tras la renuncia de Málaga. La idea del máximo organismo del fútbol mundial ha sido de que la cifra no supere el número de 18.
Marruecos es el país de los tres que forman el comité organizador que más tarde se sumó a la carrera mundialista, pero es el que más activo se está mostrando a todos los niveles y el que más dinero está poniendo para dar forma y color a las sedes, tanto en cuestión de estadios como de ciudades. La oficina abierta en Rabat de la mano de la FIFA es el mejor ejemplo de ello.
En el camino para esa final hay muchos momentos especiales y significativos. Sorteo, partido inaugural, centro estratégico y de comunicaciones de todo lo que mueve en el Mundial… son acontecimientos clave que servirán para dar un contenido especial a los tres países. La final va más allá y en FIFA se reconoce que el eje del proyecto es España, por iniciativa, por número de sedes y por su importancia en el mundo del fútbol.
Lo sucedido en la Federación antes de la llegada de Louzán y con Rubiales al mando especialmente (promotor del proyecto) tampoco ha sumado para que nadie admitiera dudas, pero el peso de la Federación y lo hecho por la España futbolística pesa mucho para que la decisión de la final vaya dirigida en ese sentido.
Real Madrid y FIFA, es decir, Florentino Pérez y Gianni Infantino, caminan de la mano, y los problemas reglamentarios que existían por aquello de la ‘cesión’ del estadio durante tres meses, que exigen las normas del mundial, se han suavizado, como sucederá con otros estadios.
El simbolismo del Bernabéu, algo que ha cautivado en la NFL y que garantiza una nueva presencia en breve espacio de tiempo, es otro de los factores a favor. La modernización y el demostrado funcionamiento del recinto es otro factor que ha sido tenido en cuenta. El Metropolitano es otro recinto capacitado para todo, tal y como ha demostrado, pero también falta por ratificar el deseo rojiblanco de seguir en la carrera mundialista.
TOMADO DE DIARIO AS


