La administración del Maracaná está considerando la posibilidad de renovar un contrato anual por valor de 10 millones de dólares por los derechos de nombre del estadio, monto que podría incrementarse conforme avancen las negociaciones con el Gobierno del Estado. El asunto se encuentra bajo revisión por la Casa Civil, encargada de evaluar si la venta de los derechos de nombre de la instalación pública cumple con la normativa vigente.
En Flamengo y Fluminense se espera que el proceso reciba luz verde. El gobierno está revisando el historial legal del estadio Maracaná, incluyendo las reglas de licitación, los puntos del contrato de concesión que no especificaban este tipo de explotación comercial y cuestiones relacionadas con su estatus de monumento histórico protegido.
El objetivo inicial era alcanzar una cifra cercana a los 13 millones anuales, pero la administración del estadio considera que este número está lejos del escenario actual. Las conversaciones se orientan hacia un valor intermedio, ligeramente superior a los 10 millones propuestos, que representaría el mayor acuerdo de derechos de nombre del país. La estimación tiene en cuenta el retorno proyectado para las marcas y el peso comercial del Maracaná en el mercado.
La negociación involucra a más de una parte interesada e incluye conversaciones sobre qué áreas del estadio podrán albergar actividades y exhibiciones para el futuro socio, así como la duración del contrato. Mientras estas conversaciones continúan, el Maracaná se prepara para subastar 40 palcos VIP el 18 de noviembre, una medida que se suma al aumento de ingresos provenientes de patrocinios y acuerdos comerciales firmados en los últimos meses.
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