La actuación y, sobre todo, la actitud de Vinicius Jr. durante el último Clásico ante el Barcelona no cayeron nada bien dentro del vestuario del Real Madrid ni entre los directivos del club.
No fue tanto por el altercado final del partido, sino por su reacción al momento de ser reemplazado por Xabi Alonso.
El brasileño se mostró visiblemente molesto con el cambio y se marchó directamente al vestuario, un gesto que generó fuerte malestar entre sus compañeros y en la interna del club.
“Ha estado mal”, reconocen desde el vestuario, donde admiten que Vinicius se equivocó con su enfado al ser sustituido, calificando la escena como una actitud poco compañera. No es la primera vez que el atacante demuestra su disgusto cuando el entrenador decide dejarlo en el banco o sustituirlo en pleno partido.
Por su parte, Xabi Alonso trató de enfriar la situación en rueda de prensa, aunque dejó un mensaje con matices:
“Todos los entrenadores saben que hay diferentes personalidades. Ahora disfrutaremos y, en su momento, hablaremos de estas cosas dentro del vestuario, por supuesto”.
Malestar también en la directiva
El malestar no se limita al vestuario. Desde las oficinas del club también tomaron nota del comportamiento de Vinicius, y la situación podría tener consecuencias más allá de lo deportivo.
Aunque su renovación ya estaba pactada hace meses, el jugador cambió su postura en las últimas semanas, pidiendo un aumento salarial que el club no está dispuesto a conceder. En el Real Madrid hay una decisión firme de no romper la escala salarial interna, lo que ha enfriado las conversaciones.
Vinicius tiene contrato vigente hasta 2027, pero de momento no ha firmado la extensión. Su entorno evalúa escenarios, incluso dejar correr el tiempo y salir libre al finalizar el vínculo, algo que el club no contempla. Si durante el próximo año no hay avances, el Madrid no descarta ponerlo en venta.
Posible sanción interna
Además del tema contractual, el brasileño podría enfrentar una sanción disciplinaria por su comportamiento en el Clásico. La dirigencia analiza medidas internas y todo indica que el gesto de irse al vestuario tras el cambio podría costarle caro.
El mensaje es claro: en el Real Madrid no gustó nada la actitud del brasileño, y el episodio podría marcar un punto de inflexión en su futuro dentro del club blanco.