En octubre, el Tribunal de Justicia de Londres escuchará a Felipe Massa en su reclamo del título Mundial de Fórmula 1 de 2008, perdido por un solo punto frente a Lewis Hamilton. Massa sostiene que la definición del campeonato no se dio en la última curva del GP de Brasil, sino varias carreras antes, en el GP de Singapur, donde Flavio Briatore y Nelsinho Piquet manipularon la carrera para favorecer a Fernando Alonso, ajeno a la maniobra.
El accidente provocado por Piquet derivó en una bandera roja inesperada y en un fallo de Ferrari: la manguera de combustible quedó enganchada, obligando a Massa a detenerse y abandonar, sumando un cero en la carrera decisiva. Este incidente resultó crucial, ya que le costó el Mundial por solo un punto, un hecho que el propio Bernie Ecclestone reconoció en 2023, afirmando que Massa fue engañado y merecía ser campeón.
El expiloto brasileño iniciará la acción legal contra la FIA, Formula One Management (FOM) y el propio Ecclestone, representado por Nick de Marco. Massa y su equipo buscan que se reconozca que, de haberse anulado la carrera de Singapur como correspondía, él habría sido el legítimo campeón mundial, y que la decisión histórica se rectifique 17 años después.
Además de reclamar el título, la demanda incluye una compensación económica por daños y perjuicios, estimada entre 70 y 100 millones de euros, por los ingresos que dejó de percibir en patrocinios y marketing desde entonces. Fuentes cercanas a Massa aseguran que el brasileño mantiene esperanza en una resolución justa, incluso planteando la opción de un Mundial compartido con Hamilton.