Arsène Wenger salió al paso de las duras críticas de Jürgen Klopp hacia el nuevo formato del Mundial de Clubes de la FIFA. Mientras el exentrenador del Liverpool calificó el torneo como "la peor idea jamás inventada", el legendario técnico francés —actual director de desarrollo del fútbol mundial de la FIFA— defendió con firmeza la competencia, calificándola como "fantástica" y destacando el respaldo de clubes, jugadores y entrenadores.
“Todos tienen derecho a opinar, pero no comparto en absoluto lo que dice Klopp”, expresó Wenger en una sesión informativa en Nueva York. “Se necesitaba un verdadero Mundial de Clubes. Si consultamos a todos los equipos que participaron, estoy convencido de que el 100 % querría volver. Esa es la mejor respuesta”.
Wenger también usó el entusiasmo de los aficionados como argumento a favor del torneo. “Las proyecciones de asistencia eran bajas, pero en realidad los números fueron mucho mejores de lo esperado. Eso habla por sí solo”, afirmó, a pesar de que la FIFA tuvo que reducir los precios de las entradas en varias ocasiones.
El certamen también ha servido como prueba general de cara al Mundial 2026, que se jugará en Estados Unidos, Canadá y México. Wenger reconoció que el calor fue un obstáculo importante, pero aseguró que la FIFA ya está tomando medidas: “Hubo partidos con temperaturas muy altas. Implementamos pausas para hidratación y riego del campo, y aprendimos bastante al respecto”.
Estadios techados como solución al calor
Pensando en el futuro, Wenger reveló que se evalúa jugar en estadios cubiertos en ciudades como Dallas, Houston, Atlanta y Los Ángeles para evitar el impacto del calor extremo. Además, los estudios de la FIFA determinaron que temperaturas por encima de los 35 °C afectan el rendimiento físico, sobre todo en los sprints y esfuerzos de alta intensidad.
“Seguramente el próximo año habrá más estadios techados. Tenemos que cumplir con los horarios de televisión y, al mismo tiempo, garantizar las mejores condiciones posibles”, concluyó.