El Bayern Múnich sufrió una inesperada derrota en casa por 1-2 frente al Inter de Milán en la ida de los cuartos de final de la Champions League. A pesar de haber marcado el único gol de su equipo, Thomas Müller prefirió centrarse en el colectivo tras el pitido final.
“¿Tendré un partido de despedida o unos cuartos de final? Quiero hablar del partido. No estoy en una gira de despedida. Ahora soy deportista”, declaró el veterano bávaro, visiblemente molesto por el enfoque de algunas preguntas tras el choque.
Sobre el análisis del encuentro, Müller reconoció errores puntuales, aunque valoró la capacidad de reacción de su equipo: “Intentamos volver al partido, y lo conseguimos. En la jugada del final –lo mostrará el análisis interno–, podríamos haberlo hecho mucho mejor. Al final, en el fútbol mandan los goles, por eso ahora está 2:1 para el Inter. Nos habíamos imaginado otro resultado, pero todavía queda mucho por delante”. dijo.
El jugador también evitó entrar en polémicas sobre su titularidad, cuando fue preguntado si él, como entrenador, se habría alineado a sí mismo desde el inicio: “Es una pregunta interesante, pero no voy a caer en eso. Hasta que no se juegue la vuelta, no toca hablar de batallas secundarias”.
Finalmente, Müller admitió que al Bayern le costó imponer su juego: “Incluso encontramos soluciones, pero no aprovechamos la gran ocasión de Harry, y eso lo cambia todo. Quizás empezamos demasiado cautos. El Inter es un equipo que no parece peligroso a primera vista, pero es muy difícil de jugar. Son como un chicle. Al final, marcan la diferencia los goles, y por eso, por desgracia, con ese último contraataque está 2:1”, finalizó.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO