En los últimos años, los representantes de Brasil lideraron la lucha contra el racismo en el fútbol con Vinícius Júnior como el máximo exponente. Por eso, el desafortunado comentario de Alejandro Domínguez cayó como un baldazo de agua fría. Leila Pereira, presidenta de Palmeiras, fue una de las primeras en criticar al presidente de la Conmebol, quien terminó pidiendo disculpas públicas, y se sumó Bruno Guimarães, que también rememoró el accionar del organismo en el caso de Luighi Hanri, el delantero de 18 del Palmeiras que sufrió actos de discriminación por parte de los hinchas de Cerro Porteño en la fase de grupos de la Copa Libertadores Sub-20.
“¿Una Libertadores sin equipos brasileños? Eso sería como Tarzán sin Chita (NdR: un chimpancé). Imposible”, fue la respuesta del dirigente paraguayo que hizo referencia a la sugerencia de la primera mujer en presidir en el Verdao Palmeiras, sobre la posibilidad de que los clubes brasileños se desafilien de la Conmebol y se muden a Concacaf por los recurrentes casos de racismo.
Ese polémico comentario no pasó desapercibido en el pivote brasileño convocado por Dorival Junior. Tanto, que en la conferencia de prensa previo al duelo contra Colombia, por las Eliminatorias Sudamericanas, arremetió: "El presidente de la Conmebol tiene muchas cosas de las que preocuparse antes que hacer ese tipo de bromas".
Pocas horas después, Alejandro Domínguez pidió perdón a través de redes sociales. "En relación con mis recientes declaraciones, quiero expresar mis disculpas. La expresión que utilicé es una frase popular y jamás tuve la intención de menospreciar ni descalificar a nadie. La Conmebol Libertadores es impensable sin la participación de clubes de los 10 países miembros", dijo.
Texto tomado de TYC SPORTS