Si el FC Barcelona no evita el fracaso a todos los niveles, tanto deportivo como económico y reputacional, y consigue una nueva licencia tal y como ha pedido a la RFEF, Dani Olmo sería libre si ejecuta la cláusula que está estipulada en el contrato que firmó en agosto pasado hasta junio de 2030. Pau Víctor aún está ligado hasta 2029 y no tiene dicha cláusula liberatoria aunque no podría ser cedido a otro club si no tiene la ficha dada de alta.
Las consecuencias financieras podrían ser devastadoras. En el caso de Olmo, el Barça debería pagar además la totalidad del salario hasta 2030 si así lo reclamara el egarense, en pleno derecho para hacerlo tras haber podido jugar sólo cuatro meses en el club de su corazón.
En caso de no acabar recibiendo la noticia esperada, el Barça debería cumplir además con el Leipzig con la totalidad de los pagos de hasta 48 millones de euros fijos por un traspaso cerrado hace sólo cuatro meses y medio. Pau Víctor, de 23 años, se comprometió con el Barcelona hasta 2029, pero en su contrato no estaba la misma cláusula que en el de Olmo. Por si fuera poco, con el egarense, el Barça asumiría como pérdidas esta misma temporada la totalidad de los 48 'kilos' fijos que debe pagar al club alemán sin posibilidad de amortizarlos en seis temporadas. Por tanto, de los ocho que le tocaba amortizar en este ejercicio, el Barça pasaría a tener un impacto negativo enorme de 40 ‘kilos’ en las cuentas del curso 2024-25.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO