Fue tan dura la derrota contra River en la Bombonera que en Boca todo está cuestionado. Ruido por aquí, ruido por allá. Cambio de horario de la práctica. Tres horas de reunión con el entrenador. Y decisiones fuertes. Uno de los emblemas del equipo, Sergio Romero, fue suspendido por dos partidos por la dirigencia del club a raíz de los incidentes que protagonizó con plateístas xeneizes apenas finalizado el partido. A su vez, el técnico Diego Martínez, criticado, en la mira, por ahora resiste. ¿Hasta cuándo?

El histórico ex arquero de la Selección Argentina no atajará entonces en los próximos dos encuentros, contra Belgrano y Argentinos Juniors. Boca publicó un comunicado oficial a las 21.40 del lunes argentino (las 2.40 del martes español) informando la resolución y agregando que también identificó a los tres hinchas que generaron el episodio y a quienes se les aplicarán las medidas correspondientes.

Chiquito Romero no venía transmitiendo la seguridad de hace un tiempo. Encima en el clásico previo con Racing había cometido dos errores que derivaron en los goles académicos y en otro duro tropiezo. Después, llegó River. Ahí Romero tampoco respondió a su altura en el grito millonario. Entonces, cuando todo Boca se iba por el túnel tras el 0-1 ante el equipo de Marcelo Gallardo, un grupo de plateístas insultó a Chiquito, quien ya había bajado algunos escalones pero retornó para ponerse cara a cara con los fanáticos, para insultarlos y para desafiarlos a pelear. La situación resultó muy tensa, patética.

Por esa razón Boca castigó a Romero con dos partidos de suspensión. Habrá que ver cómo continúa la relación del arquero con los hinchas xeneizes. ¿Podrá remontarla? ¿La gente le perdonará la reacción? ¿Habrá sido su último partido en el equipo xeneize? Por lo pronto, ahora atajará el promisorio juvenil Leandro Brey. Y según trascendió, en enero la dirigencia incorporará otro arquero. A esperar…

El otro foco potente de reproches en Boca es su entrenador Diego Martínez. La pronta eliminación en la Sudamericana, la ausencia de títulos en este 2024, la floja campaña en la liga y el juego irregular ponen al técnico en el ojo de las críticas. Hubo rumores de despido. Hasta cambió la práctica de horario: pasó de la mañana a la tarde. Todo porque el Consejo de Fútbol le pidió al DT reunirse. Y así fue. Charlaron tres horas, notaron al técnico con una cierta fortaleza y por eso dirigirá el fin de semana contra Belgrano en Córdoba. De todos modos, los dirigentes deslizaron por lo bajo que lo evaluarán partido a partido. Si vuelve a perder ahí sí será el final.

A la hora de plantearse objetivos, Boca aún puede atrapar una estrella en este año por el momento vacío de títulos: se encuentra en cuartos de final de la Copa Argentina. Mientras tanto, en la liga está a 12 puntos del cómodo líder Vélez (le sacó a sus perseguidores seis unidades de ventaja), demasiado lejos como para soñar con el título. En el torneo local, al cabo, deberá sumar para subir en la tabla anual y para meterse en los puestos de clasificación a la Libertadores 2025.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO