Participar en unos Juegos Olímpicos representa un sueño para los deportistas. Pero la cita no son sólo alegrías y medallas, también contiene la frustración del resultado que no salió después de cuatro años trabajando y esperando el evento. La presión de sentirse ante una oportunidad única, de ser el centro de atención, cuando no siempre es así durante una temporada regular.
La galleba Belén Toimil dio una lección de cómo es la cara B de los Juegos Olímpicos con su emotiva explicación de la eliminación en la calificación del lanzamiento de peso. En los micrófonos de RTVE. Resultó desgarrador, de tan sincera y por el dolor interno que conllevaba.
"Por qué me hacéis llorar, vaya preguntas. Joder, es que da rabia. No estaba llorando, pero me cago en la p...", señaló tras la reflexión de que había sido una temporada en la que había tirado constantemente por encima de 18, medios y largos, pero se quedó en 16.83 y dos nulos.
"Yo calentado estuvo en 18. Tampoco sobrada, pero me encontraba bien. El primer lanzamiento fue nulo. Dije, 'bueno, hay dos más'. El siguiente no me salió bien, pero no lo voy a anular, obviamente, pero fue corto. En el último me encontraba bien. Venga, lo tengo. Simplemente tiene que salir. No salió, estoy hasta los c... que no salga. Y ver que se pasó con tan poco tiro. Es para pegarme un tiro", señaló Toimil, que tiene el récord de España en 18,80 metros (2021). Con 18.16 hubiera bastado para estar con las 12 mejores. Quedó 25ª.
"Qué voy a hacer, no voy a hacer nada. Siempre lo dije, las calificaciones son una mierda. Hay gente muy buena que se queda fuera. Y hay gente que hacer marca y se mete. Esto es los juegos del hambre", significó Toimil.
"Me da rabia que haya sido así, pero qué le voy a hacer. No me tengáis por llorona, pero es emocionante estar aquí, luego ver los resultados da rabia. Qué le voy a hacer, pues fue un mes largo. Duro. La recta final no me estaban saliendo las cosas. Y creí que, igualmente, con la activación de la competición y tal podía ser más regular a nivel técnico y enchufar marcas que sé que puedo hacer. Llevo toda la temporada haciendo y no es nada utópico, pero es lo que tiene estar aquí, que hay que estar aquí", señaló. Con una última que revela cómo las atletas deben lidiar con la grandeza de los Juegos, la responsabilidad que implica por muchas cuestiones.
"No salió, a Los Ángeles (2028), que iré con tacatá", sonrió un instante Toimil, que tiene 30 años.
"Me quedo en el Europeo de Roma, haber estado luchando por las medallas. Con los 18.75 del Nacional, que es la vez que más cerca he estado de mi marca desde 2021. No puedo estar descontento con este año porque ha sido el mejor a nivel regularidad y marcas hasta la fecha. ¿Podría haber sido la guinda? Sí, porque es mi sueño una final olímpica para eso entreno", subrayó.
Muy clara. Entrañable incluso. "Quiero dar las gracias a todo el mundo que me ha enviado mensajes estos días, a mi pueblo Mugardos, a mi familia, a todo el mundo. Porque he sentido el apoyo y siento no contestar pero estaba, obviamente, a lo mío. Pero agradezco siempre el apoyo que me dais. Me motiva para seguir entrenando, aunque ahora toque descansa".
Belén Toimil, a corazón abierto. Hubo lágrimas, también mucha sinceridad.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO