El Atlético de Madrid venció al Villarreal en el Metropolitano y el francés volvió a ser el ‘MVP’ del partido. Un gol y una asistencia para él para acercarse más al récord de máximo anotador de la historia del club colchonero. A sus 32 años, goleador diez veces en sus últimos diez compromisos oficiales y en once ocasiones en esta temporada, autor de 133 dianas en 257 choques en su primera etapa, de 2014-15 a 2018-19, y de 36 en sus 100 duelos desde su vuelta al Atlético desde el Barcelona, de 2021-22 a la actualidad, ya está a la altura de Escudero. Ya sólo le queda Luis Aragonés.
En esta campaña, con el tanto y la asistencia ante el Villarreal, suma 12 goles y un pase de gol. Tras el partido, los compañeros no pudieron sino rendirse, una vez más, a lo que está haciendo el francés. “Las comparaciones no son buenas porque hay sensibilidades. En todo este tiempo que llevo en el Atleti, sé que Antoine va a quedar en la historia del club, seguro, por la cantidad de goles que ha marcado y que esperemos que siga marcando. Es una referencia, lo necesitamos, ojalá venga de la mejor manera de estar con su selección”, comentaba Simeone al acabar el choque.
“169 eh… Estoy muy feliz por mi hermano, espero que continúe así y marque más goles”, decía Witsel alucinando un poco con la enorme cantidad de goles que ha firmado el francés en el Atlético de Madrid.
Y ya no es sólo lo que aporta desde el ámbito goleador. Es que en estas ocho temporadas en el equipo colchonero, dio 70 asistencias en 357 partidos disputados con el Atlético. Especialmente en esta última época en la que el de Macon se ha reconvertido en una versión más completa de sí mismo. “Es una pasada. Aparte de lo de los goles, lo que da al equipo con las asistencias que llevará, no es sólo un goleador, hace jugar al equipo. Cuando hay que tirarse al suelo y luchar es el primero. Quizás sea uno de los jugadores más completos que he visto en mi vida”, exponía Marcos Llorente.
JUGADOR DE EQUIPO
Por su parte, acabado el choque, el propio protagonista tiraba de humildad. Está claro que no podía esconder su alegría pero también remarcaba que lo más importante es el colectivo. “Muy contento, sin palabras. Mucho orgullo. Siempre fui un jugador de equipo, pero si logro marcar siempre me voy más contento a casa”, explicaba Griezmann.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO