La intención de Jordi Alba es clara: mantiene su deseo de continuar en el Barcelona y cumplir el año que tiene de contrato. A pesar de ello, eso no impide que el lateral de L'Hospitalet despierte el interés de otros grandes clubs, como el Atlético de Madrid, además de opciones en Arabia.
Alba es culé, está en el club de su vida, en su ciudad y en verano va a ser padre de nuevo. Por todo ello, a día de hoy, no se plantea un cambio de aires. Así se lo transmitieron sus representantes a la dirección deportiva en la última reunión que mantuvieron la semana pasada y también en la comida informal que Jordi tuvo con el presidente Laporta. En el club, en cambio, nadie esconde que la mejor solución para ellos sería que el lateral se marchara a final de curso porque la próxima campaña aún tendrá menos protagonismo y así se ahorrarían su ficha. Admiten, eso sí, que es un jugador que aún podría aportar puntualmente, como ha demostrado este curso.
La situación contractual del futbolista catalán tampoco facilitaría su salida. Firmó un contrato creciente y, por lo tanto, este último año debe cobrar buena parte de lo pactado con Barça en su última renovación. Además, el club azulgrana le debe todas las partes diferidas. Aunque todo sería hablarlo y negociarlo, siempre que se vaya de cara y a buenas entre todas las partes.
Ante este pulso, hay al menos dos equipos interesados en Jordi Alba. Uno es el Atlético de Madrid, que apuntó al internacional español en la lista para reforzar el lateral izquierdo, donde ahora tiene a Reinildo Mandava lesionado de larga duración. El jugador azulgrana hace tiempo que gusta en el Metropolitano, siempre han estado pendientes de su situación más aún cuando las aguas bajan turbias en Barcelona.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO