Parecía que este verano Samuel Umtiti había entrado en razón y tras no contar para Ronald Koeman había decidido cambiar de aires para poder relanzar su carrera futbolística. La semana pasada el Barcelona y los agentes del jugador estaban hablando para encontrar una solución para que el central francés saliera a un nuevo club, pero finalmente, el jugador ha vuelto a cambiar de opinión cuando falta una semana para acabar el mercado. Ahora insiste de nuevo en quedarse en el Barcelona. Umtiti no quiere aceptar ninguna de las propuestas que han llegado por él y se planta de nuevo. Esta nueva posición ha indignado a los ejecutivos del club azulgrana, que no entienden la postura del futbolista y están hartos de su actitud y sus repentinos giros de rumbo sobre su futuro. Una indignación que se une a la de la afición, que como recuerdan en los despachos de la entidad, ya respondió al francés con silbidos en el pasado Trofeu Joan Gamper. Un recibimiento que enfadó al futbolista galo, que se marchó del campo al acabar el partido y no quiso salir a recibir el trofeo con el resto de sus compañeros.
El culebrón Umtiti viene de lejos. Ya en este mercado de verano, en un primer momento el defensa galo se cerró en banda y se negaba a abandonar el club azulgrana, convencido de que ésta temporada, una vez recuperado de su rodilla, podría volver a competir al máximo nivel en el Camp Nou. Su negación fue disminuyendo porque desde el club se la transmitió que no contaba para el entrenador y que aquí sería el último central. Tendría por delante a Gerard Piqué, Eric García, Clement Lenglet, Ronald Araujo y Óscar Mingueza. Sería el sexto central apra dos posiciones. Ante este escenario, Umtiti se avino a consensuar la mejor salida posible del Barça, tras tres años en los que apenas ha tenido participación por culpa de las constantes lesiones de rodilla.
Es más, como informó MD el pasado 4 de julio, el Barça le llegó a ofrecer la carta de libertad para que pudiera negociar con el club que deseara y empezara una nueva etapa lejos del Camp Nou, pero Samuel entonces también se negó a aceptarla. A pesar de ello, tanto el Barça como el agente del jugador siguieron trabajando codo con codo con las diferentes propuestas que tenían encima de la mesa. Además del Olympique de Lyon, la Roma también se interesó por Umtiti, que rechazó irse al Besiktas turco, que no podía llegar a pagarle el salario que el francés cobra en el Barça.
Ese es ahora el principal problema de Umtiti: su ficha. El jugador firmó un contrato hasta 2023 justo antes del Mundial de Rusia en 2018, donde admitió que ya jugó con molestias en la rodilla. Volvió como campeón del mundo, consagrado como uno de los mejores centrales del planeta, pero con la rodilla muy mermada. Y ya nunca volvió a ser el mismo.
Es por ello que actualmente no hay ningún equipo capaz de acercarse a pagarle a Samuel Umtiti el salario que cobra en el FC Barcelona. Porque ha dejado de ser un central top –tampoco va con la selección francesa– y porque además el contexto económico futbolístico ha cambiado radicalmente a causa de la pandemia del coronavirus. Dos circunstancias que no han hecho cambiar de opinión al francés, que sigue aferrado al contrato que firmó en 2018. Así, y a falta de seis días para cerrarse el mercado, en el Barça ya asumen resignados y enfadados que se quedarán con Umtiti.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO