Luis Suárez (33 años) lo tiene claro: o se va al Atlético de Madrid o se queda en el Barça, con el que tiene contrato hasta 2021 y un año opcional si juega el 60 por ciento de los partidos de la próxima temporada. El delantero uruguayo se ha ilusionado con el interés del Atlético de Madrid, hasta el punto de que ya tiene un acuerdo de dos años con el club rojiblanco. El ‘Cholo’ Simeone se ha encargado de seducirle y lo ha logrado, con lo que Suárez ya se ha hecho a la idea de que jugará la próxima temporada de rojiblanco en el Wanda Metropolitano.
Además, el jugador ha priorizado el Atlético por cuestiones deportivas y familiares. Suárez ha puesto por delante la posiblidad de jugar en España en un equipo competitivo y estar cerca de Castelldefels, donde la familia de su mujer está radicada, él tiene su propio domicilio y, además, es vecino de su amigo Leo Messi. La cercanía de Madrid con Barcelona es otro factor que le ayuda a tomar la decisión de irse al Atlético, un club donde además cree que podrá competir por la Liga, la Copa y la Champions.
El jugador se ha visto sorprendido por la actitud del Barça después incluso de haber casi cerrado un acuerdo para su desvinculación que quedó bloqueado por las reticencias de Bartomeu y varios miembros de su junta a que fuese gratis a reforzar a un rival directo que, además, siempre ha sido muy puntilloso con las operaciones de mercado del Barça.
Suárez cree que si el Barça no le quiere debe darle igual el destino que él elija. En este sentido, él quiere la carta de libertad y escoger su club, en este caso el Atleti. De ahí que ahora, tras el parón que ha sufrido su salida rumbo al Wanda, esté enojado. Incluso, según apunta ESPN, se plantea dar una rueda de prensa para mostrar su enfado junto a sus asesores legales.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO