El árbitro del partido se cansó del juego violento entre Estudiantes y Gimnasia de La Plata en Argentina y decidió no amonestar más. “La amarilla ya no juega”, dijo, y sólo se quedó con la roja. “Había que poner límites”, agregó al final.
El árbitro del partido se cansó del juego violento entre Estudiantes y Gimnasia de La Plata en Argentina y decidió no amonestar más. “La amarilla ya no juega”, dijo, y sólo se quedó con la roja. “Había que poner límites”, agregó al final.