Superado el parón navideño con el amargor de la clara derrota en el Clásico ante el Barcelona (0-3), el conjunto de Zinedine Zidane debe afrontar con espíritu renovado la siempre intensa cuesta de enero.
Los catorce puntos de desventaja con los que afronta el vigente campeón liguero este 2018 le impiden cometer más errores si no quiere firmar ya la 'rendición'.
A esta necesidad en el torneo de la regularidad se le añade la participación en la Copa del Rey, que servirá para dar el pistoletazo de salida al año, el jueves (21.00) en Los Pajaritos ante el Numancia.
El conjunto soriano quiere volver a ser protagonista en el torneo del k.o.. Por el momento, tras apear a otros segundas como el Oviedo y el Sporting, dejó en la cuneta a un Primera, el Málaga de Míchel González.
Ahora su sueño es dar una nueva sorpresa ante el equipo blanco, al que ya sabe lo que es ganarle, tras conseguirlo en Primera división (3-1), en la campaña 2000-2001.
El cuadro de Zidane solventó con ciertos apuros la anterior eliminatoria ante el Fuenlabrada, de Segunda B. La misión es recobrar la pegada y evitar más sustos. Se antoja fundamental encarrilar la eliminatoria en la ida y afrontar con tranquilidad la vuelta, marcada para el día 10 (21.30).
De progresar en la Copa del Rey, el Real Madrid podría disputar hasta otros tres partidos en esta competición este enero, los dos de cuartos y la ida de semifinales.
El panorama liguero se le presenta complicado a los hombres de Zidane, que deben rendir visita al Celta el domingo 7 (20.45) y, en el cierre del mes, al Valencia el sábado 27 (16.15).
El Celta, que recibirá también el jueves al Barcelona en la Copa, también está exigido en LaLiga para acercarse a los puestos europeos, y el Valencia es un rival directo del cuadro blanco, de hecho le precede en tres puntos en la tabla.
Entre medias, el Real Madrid recibirá al Villarreal, sexto clasificado y reforzado tras ganar a domicilio curiosamente a Celta y Valencia, el sábado 13 (16.15) y al Deportivo el sábado 20 (16.15) en el inicio de la segunda vuelta liguera.
En suma, un programa intenso y exigente, en el que está obligado a recomponer la figura en LaLiga para mantener alguna mínima opción de pelea y de progresar en la Copa del Rey, torneo del que se despidió en la pasada edición ante el Celta en los cuartos de final y que no gana desde 2014.