Esta vez en una floristería, escenario exótico y peculiar elegido por él para hacer su confesión más inesperada en una entrevista al suplemento dominical del periódico suizo Blick.
Después de agarrarse al poder con uñas y dientes durante casi 20 años como presidente de la FIFA, el exdirectivo afirmó que su insistencia en aferrarse en el mando de la institución que gobierna el fútbol en todo el planeta bajo una serie de escándalos de corrupción fue un equívoco.
“Fue un alivio (dejar la FIFA), debía haberlo dejado antes”, aseguró Blatter al ser preguntado cómo se sintió al verse despojado en 2015 de la presidencia (llevaba desde 1998) envuelto en un escándalo que ha concluido con una inhabilitación de seis años de toda actividad relacionada con el fútbol.
Castigo que, según el exdirigente de 81 años, no le impidirá de acudir al Mundial de 2018 invitado por el mismo presidente ruso.
“Sí, claro que iré (al Mundial). Incluso Putin me ha convidado”, aseguró, con derecho a bromita con el reportero del diario suizo: “Tan sólo no puedo ejercer de árbitro, para todo lo demás sí, ahí estaré”.
Blatter se mostró también crítico al VAR por defender el error humano como algo positivo en el fútbol: “El juego, sin discusión, pierde atractivo. Hay que dejar que los árbitros cometan errores.”