Inter Miami escribió este sábado la página más importante desde su fundación, y lo hizo bajo la guía del hombre que lo cambió todo: Lionel Messi. El equipo rosa se consagró campeón de la MLS por primera vez, completando así el único título que le faltaba desde la llegada del astro argentino. Con Messi como capitán, goleador, MVP y absoluta figura, el club cumplió el sueño que parecía imposible apenas unos años atrás.
La final no fue sencilla, pero sí histórica. El conjunto dirigido por Javier Mascherano y secundado en cancha por Luis Suárez, Sergio Busquets, Jordi Alba, Rodrigo De Paul, entre otros, superó a los Vancouver Whitecaps de Thomas Müller por 3-1, poniendo el broche de oro a una temporada casi perfecta. Inter Miami ya había ganado la Leagues Cup, la Supporters’ Shield y el título de Conferencia, pero el trofeo que definía su grandeza en la MLS seguía pendiente. Hasta hoy.
Messi volvió a ser determinante en los momentos claves, liderando al equipo dentro y fuera de la cancha. Su impacto trascendió lo deportivo: cambió la cultura del club, elevó el nivel competitivo de la liga y convirtió a Miami en un fenómeno global. El título de la MLS Cup no solo consagra a Inter Miami; también reafirma que, con Messi, los sueños imposibles simplemente tardan un poco más en cumplirse.
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