El Masters 1000 de Shanghái 2025 dejó una de las escenas más humanas y conmovedoras del año. En una final inédita entre primos, el monegasco Valentin Vacherot venció al francés Arthur Rinderknech por 4-6, 6-3 y 6-3, en un duelo cargado de emoción y dramatismo. Más allá del resultado, el momento que marcó al torneo fue el discurso final de Rinderknech, entre lágrimas, seguido de una caída provocada por el agotamiento físico tras más de dos horas de intensa batalla.
Durante la premiación, el tenista francés, número 54 del mundo, se dirigió a su primo con palabras que conmovieron al público: “Dos primos son más fuertes que uno. Lo di todo, pero te lo mereces. Espero que haya más, te quiero mucho”. Sin poder contener las lágrimas, Rinderknech se inclinó para agradecer a su rival y familiar, mientras el público lo ovacionaba. Segundos después, debió ser asistido por el personal médico tras desplomarse en el escenario debido a severos calambres.
El propio Vacherot, que con este título histórico se convertirá en el primer monegasco en ingresar al Top 40 del ranking ATP, interrumpió su discurso para pedir ayuda. “Creo que necesitamos ayuda, por favor”, dijo preocupado por la condición de su primo. Luego, al recibir el trofeo, dedicó su triunfo a Rinderknech con una frase que resumió su vínculo: “Si no hubiese ingresado a la Universidad de Texas en 2017 gracias a ti, hoy no estaríamos aquí. Soñé con seguirte en el Top 100 y ahora estamos ahí los dos”.
La final, que comenzó con dominio del francés y terminó con la remontada de Vacherot, quedará grabada no solo por su desarrollo deportivo, sino por la carga emocional que la envolvió. Entre lágrimas, palabras sinceras y el agotamiento extremo, Shanghái fue testigo de un capítulo único en la historia del tenis: una batalla entre primos que se transformó en un símbolo de respeto, sacrificio y amor familiar dentro de la élite del deporte.