El tetracampeón de Fórmula 1 y reciente ganador en Azerbaiyán, Max Verstappen, dará un paso inédito en su carrera al subirse a un auto de Ferrari. No será en la F1, donde domina junto a Red Bull, sino en una carrera de larga duración del Langstrecken-Serie (NLS), que se disputará este fin de semana en el histórico Nordschleife, Nürburgring.
Verstappen pilotará una Ferrari 296 GT3 del equipo Emil Frey Racing, acompañado por el británico Chris Lulham. El neerlandés ya tuvo un test privado en mayo, bajo el seudónimo de Franz Hermann, y ahora hará su debut oficial con su nombre en la categoría de GT3. Esta participación se suma a su reciente experiencia con un Porsche Cayman en el mismo circuito, necesaria para obtener el permiso A de Nürburgring, requisito para competir en GT3.
El piloto de Red Bull se mostró entusiasmado por la oportunidad: “Me apasiona participar en este tipo de carreras de GT3. ¡Estoy deseando empezar! Me encantan las carreras, también fuera de la Fórmula 1. Cada vuelta en el Nordschleife es una experiencia diferente. El ambiente es buenísimo y hay muchos aficionados a la resistencia. Mi sueño es participar algún día en la carrera de 24 horas de Nürburgring”.
El Nordschleife no solo representa un desafío para los pilotos, sino también un gran atractivo para los fanáticos. Cuando Verstappen corrió con el Porsche, la organización habilitó 50.000 lugares adicionales por la demanda de entradas, y la transmisión de la carrera en YouTube creció 23 veces respecto a la competencia previa. Este fin de semana, las entradas cuestan 25 euros, y los aficionados esperan ver cómo el tetracampeón domina también fuera de la F1.
