Lamine Yamal siempre es motivo de atención. Esta semana por una doble causa. Por su lesión que le está impidiendo participar de los partidos del Barça y por su presencia en la gala del Balón de Oro, donde quedó finalmente por detrás de Ousmane Dembélé, el gran ganador.
La evolución de Lamine es buena. No está para jugar ante el Oviedo pero su regreso se intuye cuanto antes. Hansi Flick lo dejó entrever en la previa al partido ante el Oviedo. “¿Cuándo volverá? Pronto, ayer y hoy ha entrenado bien, pinta bien la cosa”, comentó, aunque en los quince primeros minutos de la sesión abierta a la prensa no se vio al canterano sobre el césped de la Ciutat Esportiva. Diversas fuentes aseguran que llegará a tiempo para el encuentro ante el PSG.
Flick huyó de la terminología Lamine-dependencia. Está contento con la plantilla que tiene y con el fondo de armario. En los tres partidos sin el extremo de Rocafonda, el Barça ha ganado todos los partidos. “Lamine verá si debe descansar o no”, aunque no se le ve especialmente tenso por otro partido sin el genio de la cantera.
“No solo él, también Pedri o en el caso de otros jugadores que debemos gestionar. Nunca pienso en los jugadores que faltan, sino que me centro en los que tengo”, resaltó. Para él, lo importante es que los jugadores “sientan confianza en sí mismos y sientan que están en forma”, subrayando que “cualquier once que ponemos puede ganar”.
El técnico alemán no dio la sensación de que la pérdida del Balón de Oro le haya afectado. “Ayer hablé con él y está bien. Es una motivación no haber ganado el Balón de Oro para los próximos años”, sostuvo, y quiso ser honesto y diplomático: “Dembélé se lo merecía. Lamine lo ha aceptado de buen grado, está motivado para demostrar que es bueno. Quizá la temporada que viene sea candidato. Valoro tener a muchos candidatos en el equipo”.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO