El expresidente Jair Bolsonaro fue declarado culpable de intentar revertir su derrota electoral de 2022 mediante un golpe militar, en un plan que incluso contemplaba asesinar al actual mandatario, Luiz Inácio Lula da Silva. La decisión marca un antes y un después en la política brasileña.
Aunque está inhabilitado hasta 2030, Bolsonaro se mantenía como líder opositor, pero la prisión domiciliaria y la prohibición de usar redes sociales redujeron su presencia pública. Ahora, su condena condicionará las elecciones de 2026, donde podría influir en quién represente a la derecha frente a Lula.
El juez Alexandre de Moraes le confiscó el pasaporte, le colocó una tobillera electrónica y restringió sus movimientos por riesgo de fuga. Bolsonaro enfrenta hasta 43 años de cárcel, y este viernes se definirá si cumple su pena en casa, en una celda especial o en una prisión de máxima seguridad.
