La bibliografía de George Orwell ha recibido recientemente una nueva adaptación animada por computadora de la icónica y fundamental Rebelión en la granja, dirigida por Andy Serkis.
La famosa obra literaria, escrita originalmente en 1944 y publicada en 1945 —en los últimos días de la Segunda Guerra Mundial—, realiza una crítica al régimen estalinista ruso a través de la alegoría. Con una escena relativamente simple, protagonizada por animales y el granjero, el Sr. Jones, Orwell construye una parábola que revela la vulnerabilidad de los ideales de progreso y revolución cuando el poder termina en manos equivocadas. Los animales derrocan al dueño de la granja para "vivir una vida mejor", pero pronto descubren que han pasado de una opresión a otra, esta vez bajo el dominio de los cerdos—los mismos que propusieron la revolución en primer lugar.
Adaptar una obra literaria de tal impacto cultural y considerada una obra maestra sería, sin duda, una tarea intimidante y frustrante, pero Andy Serkis parece haber asumido esta responsabilidad con entusiasmo. Protagonizada por Seth Rogen, Woody Harrelson, Iman Vellani y otros nombres importantes de Hollywood, Serkis presenta una nueva y moderna versión del clásico. Estrenada el mes pasado, ha recibido reacciones mixtas.
El crítico Peter Debruge, de Variety, afirma que “la película es demasiado desordenada para sustituir al libro”, mientras que Rafael Motamayor, de IGN, señala que “Rebelión en la granja no alcanza la grandeza del material original, pero ofrece una divertida película animada para toda la familia con un gran reparto de voces”. Usuarios en Letterboxd y Reddit han expresado opiniones similares, diciendo que la película “malinterpreta por completo” el mensaje original al hacerla demasiado “infantil”; un usuario incluso bromeó diciendo que se levantó para irse en cuanto llegó el tercer chiste de pedos.
Habiendo pasado desapercibida para la mayoría del público, probablemente debido a su escasa promoción y a una preproducción inestable, la película no ha generado mucho ruido. Sin embargo, las críticas positivas podrían hacerla atractiva para quienes no conocen ni se preocupan demasiado por la obra orwelliana. No obstante, las críticas negativas plantean una pregunta interesante: ¿deben las obras literarias importantes, impactantes y educativas —que buscan confrontar al público con preguntas incómodas pero necesarias— ser suavizadas hasta el punto de volverse temáticamente inconsistentes o incluso vacías? ¿Hasta el punto en que no sea más que otra película sobre animales que hablan?
Por: Enzo Limongi