El mundo del fútbol continúa de luto por la trágica muerte de Diogo Jota y su hermano André Silva. El funeral, celebrado en Gondomar, Portugal, reunió a figuras del deporte, familiares y compañeros que quisieron dar el último adiós a ambos hermanos.
Entre los asistentes destacó la presencia masiva de la plantilla del Liverpool, club en el que Jota militaba. Sin embargo, una ausencia llamó la atención: la del colombiano Luis Díaz, gran amigo del atacante luso.
Díaz se encontraba en Colombia cumpliendo compromisos con marcas e influencers. Las críticas no tardaron en llegar, especialmente por el contraste entre las lágrimas de sus compañeros en Portugal y las imágenes que circularon del colombiano bailando y sonriendo en su país.
La reacción ha sido tan fuerte que incluso en Colombia ha recibido reproches por no haber viajado a despedirse de quien fue clave en su adaptación al Liverpool y un apoyo fundamental durante el secuestro de su padre, cuando Jota mostró públicamente una camiseta con su nombre en señal de respaldo.