La incertidumbre crece mientras los ecuatorianos aguardan por saber quién será el próximo presidente de la República. Sin embargo, el Consejo Nacional Electoral (CNE) fue claro: no habrá un resultado oficial hasta que se cuente el último voto.
La presidenta del Consejo Nacional Electoral (CNE), Diana Atamaint, recordó que los resultados oficiales se proclamarán solo cuando se haya contado hasta el último voto. El organismo electoral pidió a la ciudadanía esperar con calma y respetar los tiempos legales del escrutinio.
“El Consejo Nacional Electoral proclamará los resultados cuando el último voto sea contado. Hacemos un llamado a esperar con calma los resultados oficiales”, expresó Atamaint. La titular del CNE indicó que la transmisión de datos iniciará a partir de las 18:00, una vez cerradas las urnas, y continuará de forma ininterrumpida hasta procesar el 100% de las actas.
La funcionaria reconoció la tensión que genera una jornada tan decisiva como esta, pero insistió en que “el escrutinio exige rigor, transparencia y respeto a los plazos establecidos por la ley”. También recordó que solo el CNE está legalmente autorizado para emitir resultados oficiales.
Atamaint advirtió además sobre el uso inadecuado de encuestas a boca de urna, señalando que si bien existen dos empresas autorizadas para su difusión, sus cifras no deben ser tomadas como resultado real del proceso. “Exhortamos a los medios y actores políticos a actuar con responsabilidad”, dijo, subrayando la importancia de evitar la desinformación en este momento sensible.
Ecuador vive este domingo 13 de abril una jornada clave: la segunda vuelta presidencial que definirá quién gobernará el país entre 2025 y 2029. La contienda enfrenta al actual mandatario Daniel Noboa y a la candidata correísta Luisa González, en una reedición del balotaje extraordinario de 2023.
En aquella elección, Noboa se impuso con el 51,83 % de los votos frente al 48,17 % de González. Pero esta vez, la diferencia entre ambos en la primera vuelta fue de apenas 16.000 votos, lo que anticipa uno de los desenlaces más reñidos en la historia reciente del país.
Más allá de los nombres, lo que está en juego son dos modelos opuestos de país. Noboa propone reformas liberales, recorte del gasto público, atracción de inversión extranjera y una nueva Constitución que supere la de la era correísta. En el plano internacional, mantiene una alianza firme con Estados Unidos y una postura crítica hacia gobiernos de izquierda como el de México o Venezuela.
González, por su parte, ofrece el retorno del modelo impulsado por Rafael Correa: mayor gasto público, asistencia social y un Estado con fuerte intervención económica. De ganar, restablecerá relaciones con México y reconocerá a Nicolás Maduro como presidente de Venezuela.
Mientras tanto, la ciudadanía espera. Y el CNE insiste: la única fuente válida será el resultado oficial, cuando el último voto haya sido contado.
TOMADO DE DIARIO EXPRESO