Novak Djokovic se ha cansado de ser el villano cada vez que juega un partido en la central del Open de Australia. El serbio, a la conclusión de su victoria ante Jiri Lehecka, debía responder las tres preguntas obligatorias de Jim Courier, uno de los entrevistadores del torneo. Se negó. Y todo por las palabras en tono burlesco e insultante de un periodista de Channel 9, que tiene los derechos de televisión del torneo, sobre los aficionados serbios. "Novak es un fracasado y está sobrevalorado", dijo.
Djokovic se negó a hablar y se marchó en dirección al túnel de vestuarios. Simplemente tomó el micrófono y dijo estas palabras: "Gracias por haber estado aquí esta noche. Gracias por la presencia y el apoyo. Nos vemos en la siguiente ronda". Paró a firmar algunos autógrafos a unos niños. No hay día que el campeón de 24 grandes, 10 de ellos en las pistas del Melbourne Park, no tenga un problema con los seguidores locales. Pero el asunto no fue ese, pese a los encontronazos con la grada, sino su reacción ante unos comentarios hirientes sobre los aficionados serbios de un periodista de Channel 9, la propietaria de los derechos. Nole se negó a hablar para esa cadena.
El serbio mostró el viernes su apoyo público a la estadounidense Danielle Collins, que había hecho callar a los seguidores e incluso les había mandado besos tras superar a una jugadora australiana. Carlos Alcaraz ya sabe que el martes tendrá el apoyo de todos los que no sean serbios en la Rod Laver Arena.
"He decidido no conceder entrevistas para Channel 9. No tengo nada contra Jim Courier ni contra el público australiano. Fue una situación muy incómoda la que tuve que afrontar hoy en la pista. No era el momento ni el espacio ni la situación para que yo explicara lo que estoy haciendo en este momento. Dejo al Canal 9 que maneje esto como crea conveniente. Eso es todo", comentó el serbio en rueda de prensa.