El Olympique de Lyon enfrenta una de las crisis más graves de su historia. A mediados de noviembre de 2024, la Dirección Nacional de Control y Gestión del fútbol francés (DNCG) determinó que el club sería descendido de manera provisional a la Ligue 2 si no lograba recaudar 175 millones de euros antes del final de la temporada. La medida fue tomada debido a las grandes deudas que aquejan al club, dirigido por John Textor, presidente de Eagle Football Holdings.
Desde entonces, el Lyon trabaja contrarreloj para evitar el descenso automático, pero los esfuerzos hasta ahora no han sido suficientes. A pesar de realizar ventas significativas de jugadores como Maxence Caqueret, Gift Orban, y Jeffinho, los ingresos por estas transacciones no alcanzan para saldar las deudas. Además, el club ha realizado otras estrategias financieras, como la venta del arrendamiento del centro de formación de Meyzieu, que podría aportar 20 millones de euros adicionales.
John Textor ha inyectado una cantidad considerable de dinero personal, pero aún no es suficiente. Como propietario de Eagle Football Holdings, Textor busca alternativas, incluyendo la posible venta de su participación en Crystal Palace para recaudar fondos necesarios para salvar al Lyon.
La DNCG ha sido inflexible en su postura, prohibiendo el gasto en el mercado invernal y controlando estrictamente la nómina del club. Aunque Textor ha recurrido a operaciones al límite de la legalidad, como la cesión gratuita de Thiago Almada desde Botafogo, el margen de maniobra se reduce cada vez más.
El siete veces campeón de la Ligue 1 se encuentra en una situación crítica, con meses de incertidumbre por delante. Si no logra reunir los fondos necesarios, el Olympique de Lyon podría enfrentarse al descenso, marcando un capítulo oscuro en la historia de uno de los clubes más emblemáticos del fútbol francés.