Ronny Medina cargaba una biblia y una rosa blanca mientras participaba de una marcha que cruzó Las Malvinas hasta llegar a la av. 25 de Julio, sitio donde se levantó un altar para rendir homenaje póstumo a los cuatro menores desaparecidos, entre esos su hijo, de 11 años.
En ese sitio, Ronny, que además cargaba una camiseta con el rostro del menor, colocó velas al pie de la imagen de su hijo y se mantuvo en oración.
Ronny lleva siempre con el libro que recopila lecturas cristianas. Es su ancla en los actuales momentos turbulentos que atraviesa en su hogar con la pérdida de Steven, el quinto de sus cinco hijos.
Su fe lo mantiene de pie, aunque -como él mismo reconoce- se siente muerto desde que le arrebataron a su hijo.
“Sinceramente me siento muerto en vida, imagínese pasar el 24 y 31 sin mi hijo, ni a los hermanos les dio ganas de salir, yo intentando hacerme fuerte“, dice Ronny este Diario durante la marcha.
En el transcurso de diciembre, en medio de la búsqueda de los desaparecidos, él se quedó sin palabras, tratando de mantener la fortaleza, mientras los hermanos preguntaban por el paradero de Steven.
El 31 de aquel mes se enteraron que su cuerpo correspondía a uno de los hallados en Taura una semana antes. El fin de año lo pasaron con el entierro de los chicos.
A nivel judicial hay una causa abierta contra once militares por desaparición forzada, sin embargo aún se deben determinar responsabilidades por el posterior crimen.
Él refuta las declaraciones de funcionarios públicos que señalan que los menores habrían estado involucrados en algún hecho delictivo y además las apelaciones que han interpuesto desde el Gobierno Nacional sobre la aceptación del ‘habeas corpus’ que reconoció la desaparición forzada de los menores. Agregó que aspira a que no se politice el caso.
“Arriba hay un Dios, Dios tarda, pero nunca olvida, no le deseo el mal ni la muerte, pero sé que la justicia divina al que le llega le llega. Mi papito Dios va a hacer justicia, porque en el hombre no creo, solo en Dios, tengo la fe que nunca se pierde”, expuso Ronny.
Durante este mes, este padre de familia ha dejado de laborar como maestro de obra para seguir distintas diligencias de búsqueda, trámites judiciales, así como la etapa de reconocimiento de cadáveres y dar cristiana sepultura a su hijo.
Aunque no tiene ingresos fijos, él expone que aspiran llegar hasta las últimas consecuencias para conocer las circunstancias y las razones para llevar a cabo esa escena de violencia. Desde el Comité de Permanente por la Protección de los Derechos Humanos les dan apoyo y asesoría legal.
“Vamos hasta lo último hasta que se haga justicia, no vamos a parar hasta que se sepa la realidad, no solo que se los lleven presa, ¿por qué hicieron eso?”, mencionó.
Tras un más de un mes de la desaparición de los menores, él no tiene claridad para laborar, pues sus energías están enfocadas en la búsqueda de justicia. En adelante, aspira que este caso no quede impune.
“Que la gente vea que no es lo que ellos dicen (que se trataba de un aparente robo su captura), que la gente vea y se nos unan para hacer uno solo y que se haga justicia, es lo que más pedimos”, resaltó.
Aunque en público trata de mantenerse fuerte y calmado, él reconoce que a solas tiene sus momentos de romper en llanto. “Intentando hacerme fuerte, cómo voy a llorar ante mis hijos porque si yo caigo ellos caen, a veces cojo y me encierro en mi cuarto solo comienzo a orar, a pedirle a Dios e igual le digo gracias Dios porque Dios nunca obra para mal, algún motivo tendrá, algún propósito con mi vida”, dijo.
Actualmente, Ronny se junta con otros compañeros de religión para predicar la Palabra de Dios en las calles.
“Todo el mundo necesita una palabra, hay que compartirla, esparcirla, aunque muchos no la quieran oír, es la misión de Cristo y hay que obedecerla”, remarcó.
Ronny calificó como “gente sin corazón” a quienes asesinaron a los chicos. “Esta es mi identificación, mi cédula, donde sea tengo que ir con mi Biblia, me identifica, quien me da fortaleza está ahí arriba que es Cristo Jesús”, insistió, sobre su razón a seguir en pie.
#CasoLasMalvinas | Es el padre de Steven, de 11 años, el menor de los cuatro menores de Las Malvinas que desaparecieron y luego fueron hallados sin vida. https://t.co/p316qzfBUL pic.twitter.com/8UDhGBswVn
— El Universo (@eluniversocom) January 14, 2025
Texto tomado del Diario El Universo