El Milan vive una noche surrealista. Antes del partido contra la Roma, comenzaron a circular en la prensa italiana rumores sobre el inminente despido de Paulo Fonseca. El portugués habría podido salvar su puesto solo con una gran victoria ante los giallorossi o, quizás, ni siquiera así. Lo cierto es que el 1-1 pareció haberle sentenciado, a pesar de sus declaraciones ante la prensa tras el encuentro: “No hablé con nadie, no sé nada y no puedo comentar, porque no pasó nada. Me siento seguro en el banquillo del Milan y no he tenido contactos con la directiva”.
Minutos después de estas palabras, como adelantó el periodista de ‘Sky Sport’ Gianluca Di Marzio, el Milan le comunicó a Fonseca su despido. La directiva llevaba tiempo valorando esta medida, que ya estuvo a punto de concretarse en septiembre, cuando el entrenador salvó su puesto con una inesperada victoria en el derbi contra el Inter. El triunfo en el Bernabéu ante el Madrid fue otra gran noche que, sin embargo, representó una excepción en una gestión marcada por demasiados altibajos (el Milan marcha octavo, a 14 puntos del primer puesto y a ocho de la zona Champions, con un partido pendiente) y también por múltiples polémicas en el vestuario. Fue noticia la relación complicada (y los numerosos ‘banquillazos’) con jugadores como Leao, Theo y Calabria. Estas situaciones aumentaron las dudas en torno a la figura del técnico, que ya tiene relevo.
Este lunes llegará a Milán Sergio Conceição, quien, tras siete años en el Oporto, esperaba una nueva oportunidad y la tendrá en un campeonato que conoce perfectamente. Como futbolista, vistió las camisetas de Lazio, Parma e Inter. El portugués firmará hasta junio, con una opción a favor del club para renovar el contrato por un año más. El objetivo será devolver la calma al ambiente y apuntar al cuarto puesto, manteniendo al Milan en la Champions. El destino le reservó un comienzo complicado: arrancará con la semifinal de Supercopa italiana contra la Juventus, donde milita su hijo Francisco, el próximo 3 de enero.
Fonseca, mientras tanto, se despedirá tras una noche absurda. Fue expulsado por protestar por un penalti no pitado, salió ante la prensa mostrándose tranquilo y, finalmente, recibió la noticia de su despido. Un final triste para una aventura que nunca despegó.
TOMADO DE DIARIO AS