“Nos veremos, seguro”, se despidió Rafa Nadal del tenis profesional. Fue su última sentencia en su discurso del adiós en Málaga. Y hay que hacer hincapié en lo de tenis profesional, porque no quiere decir que haya colgado la raqueta definitivamente. Hay algunos asuntos pendientes, algún que otro duelo con su compañero y amigo suizo Roger Federer.
“Rafa Nadal es muy inquieto, seguro que no se va a aburrir, tiene muchas cosas que hacer. Primero, la familia, y después tiene todas las puertas abiertas para lo que quiera”, manifiesta Feliciano López, tanto tiempo compañero y ejerciendo de director la Final a 8 de la Copa Davis.
“Tiene una agenda muy llena. De manera diferente, pero en el tenis. Tiene muchas cosas que hacer. Lo va a llevar muy bien, tienen muchas inquietudes y curiosidades”, señala David Ferrer, capitán español.
Un puesto al que parece predestinado Rafa Nadal en un futuro, como también en la Laver Cup. Sin prisas. Su prioridad en las próximas semanas será su familia, tomarse un respiro con los suyos. El golf, el fútbol (lo de ser presidente ejecutivo del Real Madrid no se contempla por ahora) y la salida con su yate servirán de bálsamo después del esfuerzo, físico y emocional.
“Empiezo un proceso diferente, todo cambio necesita una adaptación, pero lo encaro con tranquilidad”, determina Rafa Nadal, que se involucrará más en la marcha de su academia en Manacor, que tiene varias ramificaciones por el mundo, y la Fundación.
“Puedo ser un buen embajador del tenis. Estoy orgulloso porque creo que he dejado un legado más allá de los títulos. Lo más importante para mí en la vida es ser una buena persona”, significa el manacorí, a sus 38 años manteniendo una fuerte unión con sus patrocinadores principales, con los que continuará trabajando.
Tiene negocios propios, restaurantes y hoteles. Un universo diverso centralizado en el tenis, su mayor interés. Recientemente fichó como embajador de la Federación de tenis de Arabia Saudí.
“El cuerpo no quiere jugar más”, lamentó Rafa Nadal. Su pasión es competir. Cuando ya no lo podía hacer a su gusto, dio el paso. Seguirá muy presente en el tenis, con cierta pausa al principio porque la familia, especialmente Mery y el pequeño Rafael, reclamara ahora su atención a más corto plazo.
TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO