El Olympique de Lyon, uno de los grandes de Francia y no hace demasiado tiempo campeón de dicha liga y habitual de la Champions League, atraviesa un momento más que delicado y podría estar disputando la Ligue 2, la Segunda división francesa, la próxima temporada.
Es lo que se desprende del anuncio realizado por la DNGC (Dirección Nacional de Control de Gestión) este mismo viernes, al decidir dicho organismo decretar su descenso a Segunda división al término de la presente temporada en caso de que para entonces no haya sido capaz de hacer frente a sus deudas. Además, se ha establecido con inmediatez la prohibición de fichar en las próximas ventanas del mercado y también se le exige una reducción de su masa salarial.
La delicada situación económica de este histórico de Francia, que cuenta en sus vitrinas con 7 ligas y 5 copas, no es ni mucho menos nueva. Desde hace unos años, el Olympique de Lyon se ha visto obligado a apretarse el cinturón y en la actualidad ha llegado a una situación insostenible que ha propiciado la intervención de la mencionada DNGC.
Concretamente, la deuda que acumula el Olympique de Lyon ronda los 500 millones de euros y para que la DNGC le amnistíe en cuanto a decretar su descenso a Ligue 2 debería conseguir un mínimo de 100 ‘kilos’ antes de que acabe la presente temporada.
Dado el escenario, al Lyon no le quedará mayor remedio que poner a la venta a sus mejores jugadores en el intento de solucionar su delicada situación. En este sentido, nombres como los de Rayan Cherki, Moussa Niakhaté, Warmed Omari, Maxence Caqueret, Saïd benrahma o Georges Mikautadze prometen generar muchas ofertas de clubs que quieran pescar en el río revuelto de Lyon.
El caso del Lyon, que está por ver si acaba en descenso o no a la Ligue 1, se suma al que se vivió recientemente con el Girondins de Burdeos, otro histórico al que las deudas le llevaron hasta su salida del fútbol profesional el pasado verano. Actualmente se encuentra en la cuarta división del país.
TEXTO TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO