A los 23 minutos de juego, Haaland abrió la lata. El City castigó una pérdida del Brighton en el centro del campo con Kovacic superando a la defensa local con un pase que dejó a Haaland con espacio para conducir y batir a Verbruggen. El noruego encontró así el premio al buen inicio de los cityzens, y abría la puerta a cerrar una racha de tres derrotas consecutivas. Con dos golpes tardíos, en los minutos 78 y 83, el Brighton dio la vuelta al marcador y certificó la peor racha de Guardiola como entrenador. Jamás antes había encadenado cuatro partidos seguidos perdiendo, aunque en su primera campaña en el Etihad Stadium, en la 2016-17, estuvo seis partidos sin ganar.
Con el City por delante, Haaland tuvo la oportunidad de doblar la ventaja visitante. Tres minutos de su primer gol, debió anotar el segundo, pero Verbruggen conectó lo suficiente con la pelota para desviarla al palo y mantener a los suyos con vida. Welbeck trató de empatar el partido en el minuto 35, avisando de lo que sucedería en el segundo tiempo. Un City mermado por las bajas, y con el debutante Simpson-Pusey, de 19 años, en el eje de su defensa, los celestes no aguantaron el ritmo.
Lo intentó el Brighton, y en el tramo final del partido encontró el premio a su insistencia. El City no supo despejar un centro de Mitoma, y Pedro aprovechó el barullo siguiente para empatar desde cerca. El brasileño asistió a O’Riley cinco minutos más tarde. Un balón al espacio, un toque para controlar y otro para disparar. 2-1 y duelo resuelto. No bastó con el arreón final de los mancunianos para evitar su cuarta derrota seguida. Ni Foden ni Gvardiol fueron capaces de rematar entre los tres palos en las dos únicas oportunidades visitantes pese a contar con nueve minutos de añadido.
TOMADO DE DIARIO AS