El Real Madrid guarda silencio sepulcral de puertas hacia fuera sobre el terremoto provocado por las declaraciones de Vinicius Junior en las que plantea que el Mundial de 2030 debería cambiar de sede si España «no evoluciona» contra el racismo. Las explosivas palabras del brasileño, eso sí, no han sentado nada bien en el club blanco, que espera que con la vuelta del parón el ruido que rodea al jugador aminore y las aguas vuelvan a su cauce.

Por más que las declaraciones de Vinicius no hayan gustado nada en las altas esferas de Chamartín, la posibilidad de traspasar al brasileño por esta situación, tal y como se ha deslizado en los últimos días, no se contempla en el Real Madrid tal y como ha podido saber MD. Para la entidad madridista Vinicius es, junto a Jude Bellingham y Kylian Mbappé, el buque insignia para abanderar el proyecto a corto, medio y largo plazo.

En octubre de 2023 Vinicius firmó su renovación con el Real Madrid hasta el 30 de junio de 2027 con una prohibitiva cláusula de rescisión de 1.000 millones de euros para ahuyentar el acercamiento de los petrodólares de Arabia Saudí.

Este verano, diversos medios informaron de que el país árabe presentó una oferta por el carioca de 500 millones para el Madrid y un contrato de 1.000 kilos para el jugador a cobrar en cinco temporadas. El Madrid se remitió a la cláusula mientras el propio Vinicius ha asegurado en numerosas ocasiones que es feliz en el Madrid y que no se plantea un cambio de aires.

El delantero brasileño está de nuevo en el ojo de huracán por su lucha contra el racismo, una causa que ha decidido abanderar desde que sufre este tipo de episodios (21 denuncias interpuestas con él como víctima) en LaLiga Española. Las reacciones contrarias y los ataques a Vinicius se han precipitado desde que se emitió la polémica entrevista a la CNN.

Numerosas voces de la política, el deporte, la sociedad y de los medios de comunicación, muchos de ellos de cuerda madridista, han censurado las palabras del jugador de Sao Gonçalo asegurando, como dijo el alcalde de Madrid José Luis Martínez-Almeida, que ponen en peligro la disputa del Mundial en España. Para muchos, Vinicius trata de proyectar una imagen de España como un país racista que no se corresponde con la realidad por más que exista el consenso de que hay que erradicar este tipo de episodios y comportamientos.

En el Madrid entienden que siempre se han puesto al lado de Vinicius en su lucha contra el racismo, presentando denuncias ante la Fiscalía General del Estado contra los delitos de odio y discriminación, por los insultos racistas y de odio, la última de ellas por dos episodios que tuvieron lugar en los aledaños del Metropolitano y de Montjuïc el pasado mes de marzo. Además, esgrimen que Florentino Pérez siempre ha apoyado personalmente al brasileño.

El malestar y la sorpresa que han causado en el Madrid las palabras de Vinicius se explica también porque el club lleva trabajando meses junto al gobierno, la RFEF, la Comunidad de Madrid y el Ayuntamiento para que el Santiago Bernabéu sea el escenario de la gran final del Mundial de 2030. En el club no entienden que Vinicius se refiera a la ciudad y a España como lugares racistas. En el Madrid consideran que desde el entorno del jugador no contribuyen a cambiar una situación que por momentos se está volviendo irreversible.

Los críticos de Vinicius le reprochan también que su mal comportamiento en el terreno de juego y sus constantes provocaciones y enganchones con jugadores rivales, árbitros y aficiones es causa por la cual se producen la inmensa mayoría de insultos que recibe en los estadios de LaLiga española.

Por otro lado, Vinicius también ha recibido el apoyo de diversos sectores por mantener abierto el debate de la lucha contra el racismo. Activistas, compañeros de profesión y seguidores del club blanco han salido en su defensa asegurando que se han descontextualizado sus palabras en la ya famosa entrevista a la CNN. Según diversos medios que se han puesto en contacto con el entorno, Vinicius no tiene intención de rectificar o matizar sus palabras. De momento, en el Madrid mantienen el silencio y esconden, al menos de puertas hacia fuera, el malestar con una de sus grandes estrellas.

FUENTE: MUNDO DEPORTIVO.