Han sido semanas de muchas turbulencias en el seno del Manchester City. El futuro más inmediato de una de sus grandes estrellas, el belga Kevin De Bruyne, ha tenido a todos en vilo por lo que suponía su posible marcha a Arabia Saudí.
En los últimos días, se había especulado con un posible acuerdo entre el belga y el Al-Ittihad, que reportaría al futbolista un total de 185 millones de euros en tres años, ganando más de un millón de euros a la semana. Unas cifras que parecían irrechazables, pero a las que De Bruyne parece haber renunciado finalmente.
Guardiola ya se encargó de dejar claro en rueda de prensa que su mago no se iba a ninguna parte y seguiría en el Manchester City, cumpliendo el año de contrato que le queda, hasta junio de 2025.
Según Daily Star, la decisión definitiva de De Bruyne de quedarse ha tenido un claro condicionante: su familia. El medio británico afirma que el belga ha hablado con su esposa, Michele De Bruyne, sobre la posibilidad de mudarse a Arabia Saudí y ambos son reacios a desarraigar a sus hijos.
La familia está muy involucrada en la educación de sus hijos y quieren que sigan viviendo en el noroeste de Manchester, al menos por ahora. Con un año más de contrato, se espera que el City se siente a hablar con De Bruyne tras la gira de pretemporada en Estados Unidos para ofrecerle una valorar una posible renovación.
TOMADO DE SPORT.