Ronald Araujo fue denunciado por la Confederación Sudamericana de Fútbol como uno de los futbolistas que participó de la trifulca del pasado miércoles en la semifinal entre Colombia y Uruguay, disputada en el Estadio Bank of America de Charlotte. En total son once jugadores uruguayos que han sido denunciados y que deberán aguardar el fallo de la Comisión Disciplinaria de Conmebol para conocer, en definitiva, si son sancionados o no, y en caso afirmativo, qué tipo de sanción recibirán. Además de los once jugadores celestes, un dirigente uruguayo también fue sancionado. En el grupo de los futbolistas denunciados, también aparte de Araujo, está Josema Jiménez, Darwin Núñez, Matías Olivera, Sebastián Cáceres, entre otros.

La trifulca del miércoles nació por la provocación de aficionados colombianos hacia parciales uruguayos y básicamente hacia familiares de los futbolistas que estaban en la tribuna detrás del banquillo de Uruguay. A partir de las agresiones que recibieron los familiares de los jugadores estos saltaron a la tribuna para intentar una defensa de sus esposas, hijos, padres, madres y otro tipo de familiares que allí estaban apostados. La situación se salió de lugar, la policía demoró demasiado en reaccionar y cuando quiso acordar era una pelea entre algunos jugadores, entre ellos Darwin Núñez, Ronald Araujo, Josema Jiménez, Matías Olivera o Facundo Pelistri con los aficionados colombianos. El otro grave inconveniente que sucedió es que la policía demoró al menos 10 minutos en habilitar un pequeño portón por el cual se permitía acceder a una escalera de no más de de doce escalones que comunicaba la tribuna con el campo de juegos. Si se hubiera habilitado antes esa pequeña puerta se hubiera evacuado rápidamente hacia el campo de juegos a los familiares y se hubiera descongestionado la situación. Al no haber sido así, se creó una presión en la tribuna, donde los inconvenientes se multiplicaron, con focos por todos lados y con puñetazos entre los jugadores celestes, entre algunos jugadores celestes y los aficionados colombianos. Cuando los familiares pudieron acceder al campo de juegos este periodista que estaba en la cancha, observando todo lo que sucedía a no más de diez metros de distancia de la tribuna, pudo ver rostros de pánico, de terror, en algunas esposas de los jugadores que llevaban en brazos a sus hijos e intentaban escapar de todo lo que estaba sucediendo en la tribuna. Esos rostros de pánico, ese miedo en la cara, esos llantos, juro que no los olvidaré. Después de cerca de media hora, la situación empezó a normalizarse cuando finalmente todos los familiares, junto a todos los jugadores, más todos los dirigentes y parte del cuerpo técnico de Uruguay lograron estar dentro del campo de juego y fuera del ámbito de la tribuna. Debe reconocerse que, si bien son jugadores profesionales, hubo una legítima defensa y una acción que cualquier padre, hijo u esposo hubiera realizado si hubiera visto lo que vio, lo que vieron estos jugadores, que sus familiares sean agredidos. También debe decirse que después de la acción de legítima defensa hubo algunos excesos, como por ejemplo Darwin Nuñez intentando arrojar una silla hacia la tribuna, o Rodrigo Betancourt, otro de los futbolistas denunciados, arrojando un vaso hacia la tribuna que provocó un corte en el cuero cabelludo del preparador físico de Uruguay, Santiago Ferro. Pocas veces se vio una trifulca como la del otro día en Charlotte, la Comisión Disciplinaria de Conmebol abrió un expediente disciplinario con la denuncia a los once jugadores uruguayos y a un dirigente que estaba en uno de los palcos del estadio. La situación no es sencilla para los jugadores y se exponen a sanciones de varios partidos, la cual deberán cumplir en las Clasificatorias Sudamericanas que están en plena disputa. Hasta ahora se han jugado 6 partidos y quedan 12 por delante. Uno de los futbolistas que tuvo mayor participación activa en la tribuna fue justamente en azulgrana Ronald Araujo.

El Presidente de la AUF manifestó lo que quien estábamos cerca vimos con precisión. Mujeres con falta de aire que bajaban de la tribuna hacia el campo de juegos, niños en brazos que tenían el susto en sus rostros, la madre de Manuel Ugarte, que se desmayó en pleno campo de juegos, el hijo de Sergio Rochet, que fue llevado por un allegado la selección hacia un lugar alto de la tribuna para sacarlo del foco de de confusión y que cuando se serenó en algo la situación su padre, el uruguayo lo buscó y no lo encontró por algunos minutos, provocando el miedo que cualquier padre tiene cuando no encuentra a su hijo inmediatamente. Algunas mujeres lloraron por lo menos media hora porque el estado de pánico y de miedo era imposible de sacárselo de encima. Fue una noche casi de terror. Pero ahora lo que cuenta es que la Comisión Disciplinaria de Conmebol ha abierto este expediente y que los once jugadores uruguayos están sometidos a su rigor. Y que ello alterada seguramente el desarrollo de las clasificatorias Sudamericanas para Uruguay en las próximas fechas y puede incluso influir en el próximo campeonato del mundo, en la medida que el técnico Marcelo Bielsa no contará seguramente con varios titulares durante varias fechas, impidiendo de esta forma la labor de preparación del equipo para el próximo Mundial 2026.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO