La Eurocopa 2024 de Alemania es el primer test para el nuevo formato de 24 selecciones participantes (antes jugaban 16 divididos en cuatro grupos), lo que trajo serias dudas de si iba a ser un éxito o algo realmente no era necesario.

Es cierto que se le ha dado oportunidades de jugar la Eurocopa a selecciones que normalmente no las han tenido. Georgia sin ir más lejos jugaba por primera vez la fase final e hizo historia llegando a octavos, aunque cayendo ante España con contundencia (1-4). O Rumanía, que desde la brillante generación del 2.000 no lograba llegar a las eliminatorias, facturada también por Países Bajos que, aunque quedó tercera de su grupo, se mostró muy superior (0-3).

Un formato un tanto extraño. En esta Eurocopa se han clasificado más equipos para los octavos de final (16), que no los que han quedado fuera (8), y es que pasaban cuatro de los mejores terceros.

El atractivo era ver si alguna selección más pequeña podía dar la sorpresa, pero la realidad ha sido aplastante. Solo Suiza ha sido capaz de romper con la lógica la dejar fuera a Italia, que históricamente es importante y venía como la campeona, pero que no está precisamente en su mejor momento. No fue tampoco un sorpresón, pues Suiza ya estuvo a punto de ganar a Alemania en la última jornada de fase de grupos, partido que empató Füllkrug casi en la última jugada.

Los octavos de final sí es verdad que han tenido emoción. Pero a nivel de atractivo, el juego se ha resentido por la diferencia abismal entre equipos. Únicamente España, Alemania y Países Bajos pudieron plasmarlo con un resultado claro y contundente, jugando bien y batiendo a Georgia, Dinamarca y Rumanía respectivamente, en duelos con poca historia.

El resto han pasado por más dificultades. Sin ir más lejos la Portugal de Cristiano Ronaldo, que eliminó a Eslovenia en la tanda de penaltis tras empatar sin goles (0-0), o Inglaterra, que forzó la prórroga frente a Eslovaquia en el 94′ con una chilena de Bellingham y acabó venciendo (1-2). Una emoción a nivel de resultados que chocó con lo aburrido de los duelos. Con dos selecciones cerradas a cal y canto, con once jugadores atrás y que hacen reflexionar por el rumbo que está cogiendo el fútbol como deporte. Solo 10 llegadas de Eslovenia con el 28% de la posesión en 120 minutos frente a Portugal, mientras que Eslovaquia, aunque sí que dio más guerra con un 37% de tiempo con el balón, estuvo tan metida en su campo que provocó un partido aburrido ante una Inglaterra que no juega a nada, menos cuando ya estaban detrás del marcador y se tuvieron que ir arriba.

Los partidos más igualados, como se podía entender, fueron los de Francia contra Bélgica (1-0), resuelto con un autgol en un duelo de muchas alternativas, o el triunfo de Turquía ante Austria (1-2), que a nivel de espectáculo seguramente fue de lo mejor de los octavos de final con dos propuestas ofensivas y unos últimos minutos de infarto.

Se podía imaginar que a partir de los cuartos de final se venía lo bueno, y así es. Por un lado del cuadro más que otro, con España-Alemania y Portugal-Francia, que ya saben lo que es ganar la Eurocopa, mientras que del otro lado están Países Bajos-Turquía e Inglaterra-Suiza, los partidazos que se espera que se vean en una Eurocopa que se pone muy seria.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO