El partido entre Alemania y Dinamarca se paró en el minuto 36′ por una tormenta eléctrica que podía suponer un peligro para los futbolistas. La decisión la tomó el colegiado Michael Oliver, que ya estaba en aviso desde un día antes.

En declaraciones al portal ‘Focus’ el meteorólogo Jan Schenk habló en el día de ayer incluso de una situación de «riesgo mortal» en el oeste de Alemania debido a la llegada de tormentas procedentes de Francia a partir de las 20.00 horas, con peligro de tornados y rachas huracanadas.

«Debido a las malas condiciones climáticas el fuego fue interrumpido. Más información, en breve», se podía leer en los videomarcadores del Signal Iduna Park. Los jugadores, tras aguantar unos minutos en el banquillo, se retiraron a los vestuarios.

Texto tomado de DIARIO MARCA