El final del Barça-PSG fue muy caliente. Tras llegar a la vuelta del Olímpic de Montjuïc en desventaja tras la derrota por 2-3 del Parque de los Príncipes, los jugadores y técnicos del equipo parisino celebraron a lo grande la victoria en el feudo azulgrana. Fue una mezcla de alegría por plantarse en las semifinales del torneo, de revancha por la derrota de la ida y de venganza histórica por devolver una remontada al Barça, que tiene en su haber el 6-1 del Camp Nou de la temporada 2016-2017. Fruto de esa excitación, algunos futbolistas del PSG abandonaron el campo muy excitados y no dudaron en exteriorizarlo, lo que no sentó bien a algunos jugadores del Barça.

Uno de los que entró más exaltado al túnel de vestuarios fue Kylian Mbappé, que entró gritando y celebrando de una forma muy reivindicativa junto a varios compañeros. “Esto es fútbol y es en el campo donde hay que hablar”, se le escuchó decir al francés, quien es sabido que domina el castellano.

Eso ya molestó a más de un jugador del Barça, porque entendieron que se estaba dirigiendo a ellos. Interpretaron sus celebración como una ‘vacilada’ y algunos futbolistas culés se fueron a por él. Y ahí se formó una montonera en la que hubo insultos, gritos y empujones. Entre jugadores, cuerpos técnicos y efectivos de asistencia y de seguridad, se formó un tumulto con más de sesenta personas. Por suerte, la sangre no llegó al río y no se produjeron agresiones ni daños físicos que lamentar, más allá de esas escenas de tensión en que los integrantes de uno y otro equipo se enzarzaron.

La realidad es que Kylian Mbappé acabó el partido muy excitado, tras anotar los dos últimos goles del PSG y sentenciar la eliminatoria. Después de festejar el triunfo contra el Barça con el resto de sus compañeros y los aficionados del PSG que se habían desplazado a Barcelona, el delantero francés abandonó el terreno de juego con una gran alegría pero también dedicó un gesto de desconsideración hacia la afición azulgrana que todavía estaba presente en las gradas del Estadi Olímpic Lluís Companys. Tras un par de “on y va” (vamos en francés), Mbappé hizo un aspaviento mientras miraba la zona en la que estaban los seguidores culés más cercanos a su posición, provocando la reacción de aquellos que todavía no habían abandonado el estadio.

Justo tras el controvertido gesto, Mbappé se fundió en un abrazo con el presidente Nasser Al-Khelaïfi antes de poner rumbo a los vestuarios para seguir con la celebración del PSG.

TOMADO DE MUNDO DEPORTIVO